[ad_1]
El representante federal Maxwell Alejandro Frost se dirige a la mesa redonda de proveedores de servicios y partes interesadas sobre la violencia y los disturbios actuales en Haití que están afectando profundamente a las familias haitianas en el centro de la Florida, en Orlando, Florida, el martes 26 de marzo de 2024. (Willie J. Allen Jr./Orlando Sentinel)
Orlando Sentinel
¿Qué tienen en común el caos mortal de Haití y el colapso del puente de Baltimore?
Las tragedias son carne de cañón racista para algunos de los principales líderes republicanos de la Florida.
El presidente del Partido Republicano del Condado Lake, Anthony Sabatini, publicó en X el aterrador video de los apuros del barco. “DEI hizo esto”, aparentemente bromeó Sabatini.
Diversidad. Equidad. Inclusión.
Al menos seis personas murieron. El joven alcalde de Baltimore que aborda la crisis, Brandon Maurice Scott, es un afroamericano elegido en 2020, no a través de programas multiculturales, sino con un envidiable 70% de los votos.
Efectivamente.
De Sabatini a DeSantis
Luego está el gobernador de la Florida, Ron DeSantis, el republicano más destacado del estado.
Siempre nos ha dicho quién es, tanto con palabras como con hechos.
Entonces, ¿por qué ahora esperar que un hombre que lanzó su candidatura a gobernador en 2018 en Fox News usando un lenguaje en código contra su oponente afroamericano —y ha desmantelado los programas de DEI en institutos superiores y universidades y ha blanqueado la historia racista en el plan de estudios de las escuelas públicas— le importe un bledo el sufrimiento de los haitianos?
Las historias y los videos procedentes de Haití de inocentes, incluidos niños, baleados al azar por pandillas son desgarradores.
¿Hay algún tipo de conflicto que pueda conmover a DeSantis?
Las tasas más altas de muertes por COVID de afroamericanos no lo hicieron. De hecho, nombró a un médico antivacunas afroamericano como secretario de Salubridad. Él da consejos terribles sobre las vacunas y disuade a la gente de protegerse.
La oleada de asesinatos de hombres y mujeres negros desarmados a manos de la policía y de supremacistas blancos tampoco le conmovió. Reaccionó al asesinato en video de George Floyd en 2020 y a las consiguientes protestas nacionales, incluso en ciudades de la Florida, aprobando reglas sobre las protestas que pueden convertir a un manifestante en delincuente.
Ahora que Haití se está derrumbando, el supuesto héroe está trayendo a la Florida a haitianos con ciudadanía estadounidense y dinero.
Pero, ¿qué pasa con los haitianos comunes que huyen de la violencia?
En lugar de compasión, DeSantis sataniza a los más vulnerables en Haití que son incapaces de protegerse de los asesinatos al azar, y lo hace ante la audiencia de Sean Hannity en Fox lista para ser racialmente atizada.
El poderoso gobernador dijo el domingo que podría convocar un período especial de sesión legislativa en Tallahassee para obtener poderes ampliados y arrestar y encarcelar a haitianos que busquen refugio en la Florida. ¿Exactamente por cuál delito?
No importa. Logró el objetivo de usar a los posibles inmigrantes negros para infundir miedo en un año electoral.
De la misma manera que logró el objetivo de reprimir el voto negro en la Florida haciendo que la policía hiciera redadas contra electores afroamericanos, temprano por la mañana a la vista de todos cuando vestían nada más que ropa interior, acusándolos de fraude electoral; cargos que fueron en su mayoría desestimados en los tribunales.
El mensaje racista enviado cuando DeSantis dijo a los floridanos en 2018 —usando la palabra “mono,” de que “no fastidiaran esto” (“monkey this up”) eligiendo a Andrew Gillum— se ha convertido durante sus dos mandatos como gobernador en una acción cargada de racismo.
Su Operación Centinela Vigilante, lanzada en el sur de la Florida para evitar que los haitianos lleguen en barcos a la costa del estado, es solo la más reciente.
LEA MÁS: Haití necesita ayuda de las naciones de su hemisferio, no más políticas curita | Opinión
El lado positivo de todo esto es que los líderes negros de la Florida no se quedan callados.
El representante Maxwell Alejandro Frost, que tiene raíces haitianas, puertorriqueñas y afrocubanas, respondió con destreza tanto a Sabatini como a DeSantis en X y en una conferencia de prensa el martes.
Pidió un estatuto de protección para los haitianos que huyen de la violencia y fustigó la crueldad de DeSantis.
“Imaginen a los haitianos de nuestra comunidad despertándose cada mañana y viendo la devastación en Haití”, dijo Frost, demócrata de Orlando. “Y [luego] encienden la televisión y ven a su gobernador intolerante usar su poder no para consolar a la gente, no para decirles que va a hacer lo que pueda para ayudar a la isla y ayudar a Haití, sino para satanizarlos y deshumanizarlos”.
Y añadió: “Es repugnante”.
Sí, lo es.
Apoye mi trabajo con una subscripción digital
[ad_2]
Source link