Apasionado, personal y contundente. Así fue el discurso sobre feminismo e igualdad de género pronunciado por la actriz británica Emma Watson el sábado pasado en la sede de Naciones Unidas, para presentar la campaña “HeForShe”.
“Hombres: quiero extenderles una invitación formal. La igualdad de género es asunto de ustedes también”, dijo la joven de 24 años quien fue nombrada hace seis meses embajadora de buena voluntad de ONU Mujeres.
La idea es que en los próximos 12 meses, más de 1.000 hombres se sumen a la campaña para promover la igualdad de género y contribuyan así a terminar con la discriminación. Un trabajo que parece ideal para la actriz, que se ha declarado una feminista convencida.
Para publicaciones como la revista Vanity Fair, Watson se encuentra en una mejor posición que cualquiera de sus compañeros para transmitir ese mensaje particular. “Su rol de Hermione Granger, la heroína universalmente adorada en las películas de Harry Potter, le otorgan un aceptamiento automático por parte del público joven, tanto femenino como masculino”, se lee.
En ese sentido, su influencia podría ser incluso mayor a la de otras defensoras de la igualdad, que poseen un perfil más alto -Beyoncé, por ejemplo- pero no han tomado acciones concretas al respecto.
Las primeras reacciones a las palabras de Watson alaban su determinación y destacan que su concepto de feminismo es mucho más inclusivo del que estamos acostumbrados.
El texto de la actriz también ha generado revuelo y comentarios en redes sociales, donde los usuarios lo han calificado de emocionante, inspirador y real.
A continuación, les presentamos cinco de los puntos más llamativos de su discurso y los invitamos a compartir su opinión con BBC Mundo.
Para muchos, el feminismo es sinónimo de odiar a los hombres
“Mientras más hablo de feminismo, más entiendo que luchar por los derechos de las mujeres se ha convertido -en muchos casos- en sinónimo de odiar a los hombres. Si de algo estoy segura, es de que eso tiene que terminar.
Para el registro, el feminismo -por definición- es creer que tanto hombres como mujeres deben tener iguales derechos y oportunidades. Es la teoría política, económica y social de la igualdad de sexos”.
El feminismo se ha vuelto una palabra impopular
“Me empecé a cuestionar la igualdad entre géneros hace mucho tiempo: a los 8 años, me preguntaba por qué me llamaban ‘mandona’ por querer dirigir una obra para nuestros padres, cuando a los varones no les decían lo mismo.
A los 14, comencé a ser sexualizada por ciertos grupos de la prensa. A los 15, mis amigas no querían pertenecer a equipos deportivos para no parecer masculinas. A los 18, mis amigos hombres eran incapaces de manifestar sus sentimientos.
Entonces decidí que era feminista, algo que no parecía complicado para mí. Sin embargo, mis investigaciones recientes han demostrado que el feminismo se ha vuelto una palabra impopular.
Aparentemente pertenezco a ese grupo de mujeres cuyas expresiones son vistas como demasiado fuertes o agresivas, antihombres y poco atractivas. ¿Por qué la palabra feminista se ha vuelto tan incómoda?”.
Lo correcto es que pueda tomar decisiones sobre mi propio cuerpo
“Nací en Reino Unido y creo que lo justo es que me paguen lo mismo que a mis compañeros varones, que pueda tomar decisiones sobre mi propio cuerpo y que las mujeres jueguen un papel en la creación de políticas que afectarán a mi vida. Merezco el mismo respeto que un hombre, pero lamentablemente no existe un país en el mundo en el que todas las mujeres esperen recibir estos derechos.
Ningún país puede decir que ha alcanzado por completo la igualdad de género.
Soy una de las pocas afortunadas que goza de estos derechos, que considero humanos. Soy privilegiada porque mis padres no me quisieron menos por haber nacido mujer y porque en mi colegio no me limitaron por serlo”.
Es hora de que veamos a los géneros como un conjunto
“Si al hombre no se le hace creer que tiene que ser agresivo, la mujer no será sumisa. Si al hombre no se le enseña que tiene que ser controlador, la mujer no será controlada.
Hombres y mujeres deben sentirse libres de ser fuertes. Es hora de que veamos a los géneros como un conjunto en vez de como un juego de polos opuestos. Debemos parar de desafiarnos los unos a los otros.
Quiero que los hombres se comprometan para que así sus hijas, hermanas y madres se liberen del prejuicio y también para que sus hijos se sientan con permiso de ser vulnerables, humanos y una versión más honesta y completa de ellos mismos”.
Si no hacemos algo hoy, tendremos que esperar 100 años
“Si no hacemos nada hoy, tendrán que pasar 75 años o quizás 100 para que una mujer pueda esperar recibir el mismo salario que un hombre por el mismo trabajo. Más de 15 millones de niñas serán forzadas a casarse en los próximos 16 años, aún siendo niñas.
Si las cifras actuales se mantienen, no será hasta 2086 cuando las mujeres de las áreas rurales de África podrán ir a la escuela secundaria.
Te invito a que te dejes ver y que te preguntes: Si no soy yo, ¿quién? Si no es hoy, ¿cuándo?”.