Pombo: «Umbral y yo estuvimos en las dos espaas y acabamos con el corazn helado»

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lvaro Pombo recibi esta tarde en la sede de la Comunidad de Madrid el XIII Premio Francisco Umbral que reconoce su novela ‘Santander, 1936’ (Anagrama) como la mejor publicada en 2023. Pombo, que sucede en el palmars a Pilar Adn, Daro Villanueva y Elena Medel, acept el galardn con un discurso en el que se refiri a su amistad con Francisco Umbral con palabras extraordinarias, fuera de toda rutina.

Pombo record los versos de Machado sobre el espaolito al que una de las dos espaas habra de helar el corazn y dijo que Umbral y l haban estado en las dos espaas y haban terminado con el corazn roto. Cit a Kafka, a Rilke y a Jos Antonio Marina para explicar que Ubral fue «el escritor del escribir. [Umbral] es la escritura incesante. Kafka deca que escribir es un acto religioso. Mariano Jos de Larra deca que escribir en Madrid es un monlogo desesperante y triste para uno solo. Umbral escriba en Madrid, escribi Madrid, pero no hizo un monlogo. Umbral no monologaba. Tena el arte de referirse a una realidad que conflua. Umbral era una ‘oratio’ continua. Hay una religiosidad imanente en la obra de Francisco Umbral, en el sentido de la dedicacin a una tarea. Es una dedicacin rilkeana. Es admirable y conmovedor. por eso est con nosotros, porque imprimi a su oratio continua una trascendencia. En su ltima entrevista le preguntaron por la trascendencia. Y Umbral contest: la trascendencia soy yo. Deca algo que dice Juan Ramn: los dioses no tuvieron ms sustancia que la que tengo yo. Qu otra hay ms que esa trascendencia.

Pombo es as: su aspecto es extremadamente frgil y a menudo ocurre al escucharlo que parece que va a perder el hilo de su discurso, pero entonces remonta hasta construir ideas e imgenes formidables. La tarde de este lunes, en la entrega del Permio Umbral no pareca tener mucho inters por hablar de Santander, 1936, quiz porque ese trabajo ya lo haba hecho en su laudatio el periodista Manuel Llorente, presidente del jurado convocado por la Fundacin Francisco Umbral que fall el premio el pasado mes de enero. Llorente coloc Santander, 1936 en el complejo mapa de la obra de Pombo (ms cerca de El hroe de las mansardas de Mansard que de cualquiera de sus dems novelas) y en relacin con su tica de poeta y con su soledad autoimpuesta. «No se trata de que lvaro Pombo escriba bien o sobresaliente, porque eso supondra que se le juzgara conforme a un baremo, a una tabla de referencia. No. Pombo escribe distinto. Porque es distinto. Habita en otro paraje. Es, y no es, de este mundo».

Llorente termin su discurso con unos versos del novelista Pombo que, en parte, explican su obra entera y su relacin con la literatura y con la vida: Yo no soy de esta ciudad ni de ninguna / he venido por casualidad y me ir por la noche / aqu no tengo primos ni fantasmas. / Ahora ver los rboles despacio / la calle entre dos casas neutras / que conduce a un parque vaco. He visto ya en otros sitios cmo el viento / hace huir un papel de peridico / y s que la lluvia ser hermosa desde esa taberna de provincias desierta. / Cenar temprano y antes de que salgan del cine las parejas de novios / habr dejado de ser en la mirada enumerativa / de la estanquera / y habrn fregado ya mi taza de caf / y mi tenedor y mi cuchillo y mi plato / en la Fonda insustituible.

Una explicacin para aquellos que no hayan ledo Santander, 1936: el libro de Pombo novela los ltimos meses de lvaro Pombo Ybarra, el to del escritor, en las vsperas del golpe de Estado de 1936. Aquel Pombo de otro tiempo era un adolescente burgus pero desclasado, que se haba afiliado a Falange por una mezcla de idealismo y de angustia vital, ms que por un instinto de totalidad o de brutalidad. En vez de confrontar a su padre, un azaista descredo de todo pero profundamente moral, y a su amigo de siempre, Tote, militante del PCE y rival en algunos lances camorristas, Pombo Ybarra buscaba su afecto con desesperacin. Como si slo en su reencuentro con ellos pudiera dar sentido a una vida an breve y trgica, como la fecha que da ttulo a la novela.

«Pombo y Umbral han sido protagonistas del diario el MUNDO, de la poca en la que el diario forj su modelo tico y esttico. Los dos se apreciaban, se queran y se lean, compartan una inclinacin natural por la soledad, una suerte de orfandad y de melancola, como de personaje proustiano. Fueron dos seres de lejana y los dos novelistas mas poetas de la literatura espaola», dijo en su discurso Joaqun Manso, el director del diario EL MUNDO, el peridico que impulsa el premio al mejor libro del ao.

Umbral, record Manso, escribi que lo ms importante que trajo la democracia a la literatura espaola fue el viaje de vuelta del novelista santanderino, despus de sus aos en Londres. Santander, 1936 es tambin un documento que habla del espritu de reconciliacin de aquella poca. «La literatura puede abrir puertas al historiador riguroso», dijo Manso. «Ojal nunca perdamos la esperanza del reencuentro como los personajes de este libro y Santander , 1936 nos sirva de enseanza».

Mara Espaa Surez, la viuda del autor de Un ser de lejanas y presidenta de la Fundacin Umbral, elogi «la escritura y el estilo nico» de Pombo, del que el mismo Umbral fue admirador, segn confes. A Surez la acompaaron en los discursos los representantes de las administraciones pblicas que respaldan al Premio Umbral: Lola Moreno, alcaldesa de Majadahonda, y Mariano de Paco Serrano, consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid.

Al final del acto, Pombo comparti una mesa redonda con con Manuel Llorente y con los escritores Fanny Rubio y Juan Cruz, miembros del jurado. Y volvi a demostrar que lo que quera era hablar de Umbral. «Umbral era un poco mayor que yo. Tena algo de hermano mayor conmigo. Cuando le dieron el Premio Cervantes, yo fui y lo vi en el Palacio Real, sentado en una silla. No haba nadie alrededor. Le salud y le felicit. Nos tratbamos siempre de uste. Me dijo: ‘Dentro de poco se lo darn a usted’. Todava estoy esperando a que se cumpla la profeca».



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