Justina Montes de Oca ha alcanzado los 101 años de edad, viviendo los últimos 18 en un hogar de ancianos en el municipio de San Luis, Santiago de Cuba.
Su historia fue compartida este martes por la Dirección Provincial de Salud de Santiago de Cuba a través de su perfil en Facebook, destacando que la centenaria señora, residente del Hogar de Ancianos Clodomira Acosta, ha encontrado la clave de su longevidad en vivir con alegría.
“No me gusta estar amargada. ¿Para qué? La vida es puro amor y debe ser aprovechada”, comentó la descendiente de mambises, quien, según los trabajadores del hogar, ha dejado una huella profunda entre todos los que la conocen.
Quienes velan por su salud destacan que la señora, a sus 101 años de edad, “sigue bailando, cantando y recitando poemas con una energía inagotable”.
Sin embargo, no todos los ancianos en Cuba tienen esa suerte, pues muchos, para sobrevivir, deben trabajar y en ocasiones hasta vivir en condiciones de mendicidad.
Recientemente, un anciano fue visto durmiendo a la intemperie en el poblado de Potrerillo, provincia de Cienfuegos, mientras aguardaba por una vivienda que le había sido prometida.
El usuario Yamil Cuéllar dio la alerta en la red social Facebook sobre la situación de Leonardo Pérez Valdés, alias Menéndez, quien, además, sufría isquemias cerebrales que lo han dejado casi en estado de postración.
En abril, la internauta Irma Broek denunció en Facebook la precaria situación de Juan, un anciano cubano que vive en el poblado de La Gloria, municipio de Campechuela, Granma.
Según la denuncia, Juan residía en condiciones infrahumanas: durmiendo sobre yaguas en un rancho que estaba al borde del colapso, con un suelo de tierra y sin muebles ni utensilios básicos.