Los festivales ms pequeos de Espaa se hacen grandes: la importancia de la cultura en los pueblos

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Cuando, hace tan solo unas semanas, La Fundacin Contempornea public su informe Lo mejor de la cultura en 2023, fueron muchos los medios nacionales que se hicieron eco de una parte del mismo. Prestigiosas instituciones como el Museo de El Prado o el Teatro Real, coparon los titulares al tiempo que coronaban los primeros puesto de todos los rnkings habidos y por haber, independientemente de las disciplinas. Grandes nombres, grandes presupuestos, grandes ciudades, pequeas sorpresas. Pero si los lectores buceaban un poco ms, llevando a la prctica aquello de que la curiosidad no solo es buena en el artista sino tambin en el espectador, podan encontrar un verdadero descubrimiendo a golpe de ratn.

En un segundo plano, entre los destellos de las «estrellas de la cultura» del estudio, destacaban 57 interesantes proyectos, con identidad propia, que se desarrollan fuera de los circuitos habituales. 31 festivales, 17 espacios culturales y de creacin y nueve programas itinerantes que conforman «lo mejor de la cultura en el entorno rural» demuestran con su ejemplo que la cultura tiene espacio fuera de las grandes ciudades y que puede convertirse en una herramienta de transformacin en el medio rural..

Las propuestas llegan a ser tan variadas y heterogneas como sus territorios. En la lista podemos encontrar desde festivales multidisciplinares como Camprovinarte (Camprovn, La Rioja), que se encarga principalmente de acercar el arte urbano al medio rural mediante talleres e intervenciones artsticas en un pequeo pueblo de apenas 150 habitantes, a proyectos que ponen en valor la tradicin como Dansneu (Vall d’neu, Lleida), un encuentro de danza y msicas populares que se desarrolla en varias poblaciones de los Pirineos. Pero tambin hay instituciones que dinamizan durante todo el ao el territorio con una interesante programacin cultural, como la Fundacin Cerezales Antonino y Cinia (Cerezales del Condado, Len).

Montar un proyecto en un entorno rural, evidentemente, presenta muchas dificultades, pero tambin tiene inesperadas ventajas, tal y como subraya Luca Camn, cofundadora de Pueblos en Arte.

Festival Camprovinarte en La Rioja.

Festival Camprovinarte en La Rioja.GLR

«Muchas veces son lugares que no estn explorados, que funcionan como un mapa en blanco, lo que los convierte en espacios idneos para la experimentacin. En el entorno rural podemos iniciar caminos que no son los habituales», afirma. Quin lo dira! Los pueblos, convertidos al mismo tiempo en guardianes de la tradicin y en territorios de vanguardia.

Cuando, adems, el proyecto ayuda a devolver la vida a una zona olvidada, como es la Espaa vaciada, es ms habitual que surja de forma natural una sensacin de comunidad y una implicacin directa por parte de los vecinos, llegando incluso a arrimar el hombro como se haca en las llamadas sextaferias. Eso s, para que esto ocurra «es fundamental que los proyectos estn vinculados al territorio, entiendan las necesidades de sus habitantes, tengan en cuenta la intergeneracionalidad de los mismos y hagan partcipes a las personas», afirma Ignacio Somovilla, socio del espacio cultural La Benfica (L’Infiestu-Piloa, Asturias), junto con el conocido artista Rodrigo Cuevas. Su proyecto utiliza la cultura como una herramienta para generar movimiento en el concejo y conseguir crear «un lugar para no irse del pueblo».

An as, «un error comn suele ser venir de fuera con algo nuevo obviando totalmente todo aquello que ya se hace en el lugar, incluso desprestigiarlo. Pero para conocer ese mpetu colaborativo y ese apoyo que puede surgir en las zonas rurales hay que ser partcipe primero de sus ritos y aprender observando», remarca Camn. Es decir: antes de empezar a dar los primeros pasos, hay que tocar bien la tierra, conocerla y valorarla, para saber qu plantar.

Festival Dansaneu, festival de culturas del Pirineo.

Festival Dansaneu, festival de culturas del Pirineo.EL MUNDO

En Piloa an recuerdan el da en que su histrica nave abandonada de la Plaza Mayor, el principal edificio civil de la comarca, construido hace un siglo y situado justo enfrente de la residencia de ancianos, volvi a la vida como refugio cultural, conservando su premonitorio nombre de antao: La Benfica. «En la inauguracin, lo ms emocionante no fue la increble actuacin de Rozaln ni la de varios artistas de la zona, sino la de una vecina de 90 aos de la residencia que cruz la plaza emocionada para cantar con su tambor unas canciones tradicionales», recuerda Somovilla. Para su proyecto, como para la gran mayora de iniciativas rurales, que la comunidad, el hecho de que los propios vecinos, se sientan parte del proyecto es fundamental no slo para el xito de la iniciativa en s, sino para la dinamizacin y tranformacin real de estos lugares.

La idea es que la cultura no slo debe servir para el importante propsito de poner al pueblo en el mapa entre los forneos, sino tambin para hacerlo ms atractivo para sus habitantes, ayudando as a combatir la despoblacin rural. A m, particularmente, me emociona mucho que la gente, que mis vecinas, tengan la oportunidad de descubrir algunas propuestas que ni siquiera habran imaginado poder ver algn da, que las disfruten y que podamos compartir ese emocionante momento juntas, afirma Camn. Acercar la cultura de fuera es uno de los caminos, como tambin lo es valorar la propia del lugar, desarrollando distintas iniciativas que pongan a su vez el foco en la rica cultura que siempre ha habido en el medio rural y que, desafortunadamente, ha pasado ms desapercibida, apunta Somovilla. El objetivo es permitir as a los vecinos reconectar o redescubrir sus propios saberes populares y tradiciones, incluso desde nuevas perspectivas.

Festival Camprovinarte en La Rioja.

Festival Camprovinarte en La Rioja.GLR

Lamentablemente, esta supuesta conexin con el territorio en ocasiones no pasa de ser meramente un disfraz utilizado para mejorar la imagen del propio proyecto, o bien para hacer un traje a medida para una subvencin europea, tal y como lleva aos observando Alfonso Pato, director del Festival de Cans (s, no faltan letras), un proyecto que comparte su amor por el cine, en su caso«made in Galicia, con su ‘homlogo’ francs desde su pequea aldea de Pontevedra. «Est habiendo mucho rural washing, creyendo que basta simplemente con que el proyecto se desarrolle en el mundo rural, a pesar de realizarlo con un modelo calcado de un entorno urbano, sin tener en cuenta si realmente ests aportando algo verdaderamente transformador al territorio», afirma.

Si hay una filosofa comn entre la inmensa mayora de los agentes culturales que actan sobre el medio rural es no concebir su proyecto prioriatiamente como un puro negocio. «Nosotros evidentemente no pretendemos hacernos ricos, ni mucho menos. Somos una asociacin sin nimo de lucro. Nuestro principal objetivo no es el beneficio econmico, sino simplemente poder desarrollar el proyecto, sin tener prdidas», apunta Pato. Una premisa que dista mucho de la cultura intensiva de los grandes festivales, diseados para sacar el mximo rdito en el menor tiempo posible.

An as, no hay duda de que los nmeros importan, pero deben ser el criterio al que se reduzca el xito o no de un proyecto en un entorno rural? En su ltima edicin, ms de 13.000 personas acudieron al festival de Cans (una aldea de apenas 400 personas!), dejando un impacto econmico muy importante en toda la zona, incluida la contratacin directa de 151 personas del entorno. Sin duda unos datos muy positivos. Pero los organizadores insisten en que el verdadero propsito, el fin ltimo, va mucho ms all de los nmeros.

«En el entorno rural el impacto econmico est bien, pero no debe ser la prioridad. No se trata de hacer un evento de tres das que deje dinero en la zona, sino de promover una cultura extensiva, que tenga una implantacin real en el territorio y que valore el impacto social. Ver qu queda despus, qu has aportado a las distintas generaciones y, aunque es muy difcil, intentar mantenerlo en el tiempo».



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