Del 11J al 17M ¿Del punto A al punto B de las protestas en Cuba?

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Foto: Domitille P | Shutterstock

Texto: Héctor García

Al parecer el tiempo se encargó de dar parte de la razón al ex ministro de Economía Alejandro Gil, aunque no como él pensaba. Sí, porque la debacle económica y social que vive Cuba causadas en parte por las medidas de reordenamiento llevaron al país “del punto A al punto B” como quería Gil.

Lo que pasa es que el punto A fueron las protestas del 11 de julio del 2021, y el punto B son las protestas de este domingo 17 de marzo, y eso sí que no se lo esperaba el ministro.

Aunque tal vez sí, tal vez sí eran esperadas porque desde hace días múltiples medios de prensa venían alertando que la situación con la escasez y con los apagones era bastante parecida a la que causó las protestas del 11 de julio, las más grandes en la historia del país.

¿Por qué son más frecuentes las protestas en Cuba?

Lo primero que debe notarse sobre las protestas masivas en Cuba es que cada vez son más frecuentes. El mismo pueblo que entre el 60 y la década de los 90 salió a la calle sólo en par de ocasiones a alzar su voz, ahora lo ha hecho en varias ocasiones en apenas tres años.

De hecho, entre el 11 de julio del 2021 y el 17 de marzo del 2024 han ocurrido en la isla cientos de manifestaciones y cacerolazos de diversa magnitud, prácticamente en todas las provincias. No obstante, es un hecho que las protestas más significativas desde el 2021 son estas que comenzaron el domingo.

Cuba atraviesa una crisis sistémica que tiene sin comida, sin agua, sin electricidad ni insumos a millones de cubanos hace años, y los llamados que hace el Gobierno a la “resistencia” ya no es que cansen, sino que se han vuelto insoportables.

Por años se ha dicho que el cubano se burlaba de sus desgracias, pero el origen de su burla era que no podía quejarse. Ahora, que sabe que puede quejarse, la historia es otra.

La situación que rodea las protestas

A quien no le parezca suficiente motivo los apagones interminables y la escasez de comida, descuide, hay más. 

Cuba vive con una inflación galopante que asfixia hasta al bolsillo más pudiente; la falta de transporte detiene centros de trabajos enteros; el abasto de agua es inestable para casi toda la población del país a causa de los apagones; el combustible ya es casi un objeto raro y la crisis migratoria desangra al país, con más de 400 mil cubanos emigrados en menos de cinco años.

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Habría que agregar la crisis de la vivienda. Porque Cuba, país socialista con un cartel en Varadero que asegura que todo lo que se recauda en el balneario es para el pueblo, es capaz de construir hoteles cada año pero no puede cumplir sus propios planes de vivienda. En consecuencia, cientos de miles de cubanos viven en casas semiderruidas.

Ese mismo cubano ve que el Gobierno culpa al embargo financiero de EEUU a Cuba por las desgracias de la nación pero luego Estados Unidos aparece entre los diez principales socios de Cuba en lo que a importaciones se refiere; y para rematar, cuando se enferma, su país, supuesta potencia médica, no tiene cómo salvarlo.

En resumen, Cuba había demorado en llegar a las nuevas protestas, pero vendrán más, el punto C, el D, y así sucesivamente, hasta que la soga libere y mejore la situación, o se rompa.

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