Cubano sorprende a su madre tras dos años sin verse y usuarios destacan la emoción del perrito



Un cubano residente en Estados Unidos protagonizó un emotivo reencuentro con su madre, a la que no veía desde hace dos años, sin embargo, para los usuarios en redes sociales, el perro se convirtió en el protagonista del video compartido.

“Al fin ese abrazo”, escribió en su cuenta de TikTok el usuario identificado como alex_malpez.

El joven se apareció en su casa, cruzó la cerca y se reencontró con su mamá en el portal, cuando esta casualmente venía desde atrás de la casa, al parecer porque sintió a alguien llegar.

Al verlo, la mujer, emocionada, enseguida corrió a abrazarlo, pero los reflectores de los internautas que vieron el video los acaparó el perrito que también hizo muestras de sus sentimientos.

“Que hermoso reencuentro…, pero acaso alguien vio cómo ese perrito se volvió loco de la alegría”, escribió una usuaria, que fue secundada por otros tantos comentarios de personas que vieron en el animal una gran muestra de cariño.

“Lo siento, pero el perrito se llevó toda mi atención”, agregó otra persona.

Los internautas también recurrieron a las bromas para destacar el momento. “Dije ya voy a llorar, esos vídeos me parten el alma, pero llegó Firulai y me cortó la inspiración de llorar. Guardaré mis lágrimas”, bromeó una persona.

Tanto fue el impacto de los comentarios, que el autor del video decidió realizar otro clip en donde se le ve peinando y besando al perro.

A finales de diciembre del pasado año, una cubana residente en Estados Unidos protagonizó un emotivo reencuentro con su madre, a la que no veía desde hace casi cinco años.

“Mi familia no sabía que me había llegado la residencia y que llegaría sin decir nada para sorprenderlos”, expresó en su cuenta de TikTok la usuaria identificada como daylunaphotography.

Desde TikTok también llegó el video de un joven bajándose por sorpresa de un van y provocando la sorpresa de su numerosa familia que corre a abrazarlo.

Los videos de reencuentros de cubanos emigrados con sus familiares en la isla, las visitas sorpresas, los apretados abrazos en aeropuertos de cualquier rincón del mundo, van camino de convertirse en un género propio: uno cuyo rasgo distintivo por excelencia es la emoción.





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