La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) no consigue estabilizar el suministro eléctrico en el país y este martes informó de averías en seis unidades termoeléctricas, que, sumadas a la falta de combustible para decenas de centrales de generación distribuida y al colapso de otras infraestructuras, darán como resultado afectaciones superiores a los 600 MW durante la hora pico.
“Se encuentra en avería las unidades 3, 5 y 6 de la CTE Rente, la unidad 4 de la CTE Cienfuegos, la unidad 6 de la CTE Mariel, y la unidad 2 de la CTE Felton. Las limitaciones en la generación térmica son de 376 MW. Se encuentran fuera de servicio por combustible 39 centrales de generación distribuida, para un total de 206 MW afectado por este concepto”, indicó la UNE en sus redes sociales.
La empresa estatal que dirige Alfredo López Valdés “estima para la hora pico una disponibilidad de 2,360 MW y una demanda máxima de 2,900 MW, para un déficit de 540 MW, por lo que de mantenerse las condiciones previstas se pronostica una afectación de 610 MW en este horario”.
La víspera, “la máxima afectación en el horario pico fue de 448 MW a las 20:20 horas, coincidente con la hora pico”, precisó la UNE en su comunicado.
En la tarde de este lunes la señal en vivo del Canal Habana se vio interrumpida por un apagón, según informó el canal en un escueto mensaje publicado en Facebook.
“Estimados televidentes: Le informamos que debido a la falta de fluido eléctrico la salida al aire de la señal del Canal Habana se ha visto afectada, por lo que no se emitieron algunos de nuestros espacios habituales. Lamentamos las molestias que esto pueda ocasionarle”, escribieron en la citada red social sobre las 6:00 p.m. (hora local).
Aunque la publicación inicial ponía al final “noticia en construcción”, no hubo actualizaciones ni otras explicaciones de lo ocurrido a través de esa vía y luego eliminaron el cintillo.
Por su parte, el Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) contabilizó 691 protestas y denuncias públicas en Cuba durante agosto, cifra que puso en evidencia el incremento del descontento social y del cuestionamiento ante la ineptitud del régimen para solucionar la asfixiante crisis que padece el pueblo, entre ellas la energética.
El agravamiento de la situación con el agua, la salubridad y -una vez más- el suministro eléctrico detonó el aumento de quejas (111) en relación con los servicios públicos.