Piden 15 años de cárcel a joven cubano que exigió “no más hambre” para el pueblo



Tras casi un año en prisión preventiva, el preso político Onaikel Infante Abreu no tiene fecha para un juicio en el que la Fiscalía Provincial de La Habana pedirá 15 años de privación de libertad en su contra por cargos de atentado, propaganda contra el orden constitucional y desacato.

En una llamada telefónica este martes a su esposa, Sujay Acosta Toscano, Infante Abreu dijo que permanece bajo presunto tratamiento psicológico en la cárcel de máxima seguridad Combinado del Este.

“Una supuesta psicóloga le indicó una pastilla que toma a las 6 de la tarde y no se levanta más hasta las 6 de la mañana y me preocupa qué clase de medicina le están administrando que lo mantiene adormilado tanto tiempo”, señaló.

El preso político confesó a su esposa que, aunque sabe de la represión contra los que se atreven a expresar su descontento con el gobierno, le alarma el ensañamiento del régimen contra los que se le oponen.

“Ahora lo están interrogando un poco para ver si se arrepiente y puedan darle una oportunidad, y él dice que no va a cambiar nada, que no está de acuerdo con lo que está sucediendo en su país, que no va a callarse”, relató la mujer.

Es práctica frecuente del régimen prometer rebajas de sanción a los encausados a cambio de ser filmados “admitiendo” sus actos y culpando a exiliados cubanos por sus acciones. Estos videos son transmitidos luego por la televisión estatal.

Las confesiones televisadas de Sulmira Martínez, Daniel Moreno de la Peña y otros activistas detenidos, en 2023, son de las más recientes de estas deleznables exhibiciones de la Seguridad del Estado.

Infante Abreu, de 35 años, fue detenido por efectivos de las Tropas Especiales después que, encaramado en la azotea de su vivienda del municipio capitalino Playa, desplegara una sábana con frases antigubernamentales.

Según la petición fiscal, que conoció este 11 de septiembre en la prisión Combinado del Este, el acusado “concibió el propósito de incitar contra el orden social reconocido en la Constitución de la República de Cuba a las personas de la barriada y a los que transitaban por el lugar”, para ello colocó dos carteles en la parte más alta de su edificio con las frases “Patria y Vida” y “No más hambre”.

Al momento de su arresto, se presentaron en el lugar, el Intendente Municipal y varios funcionarios del Comité del Partido Comunista de Cuba de la localidad.

De acuerdo al texto, el joven injurió a las autoridades, incluyendo al gobernante Miguel Díaz Canel. También agarró “una botella a la que previamente le había vertido gasolina” y luego de encenderla, la lanzó hacia donde se encontraban los carros de patrulla y sus tripulantes.

Las autoridades no se han conformado con la encarcelación de Infante Abreu, sino que su familia es objeto de amenazas y acciones intimidatorias.

“Yo envié a mi hijo a buscar, a la vivienda de mi abuela, un pedazo de tubo para levantar un poquito la cerca de mi casa, porque al lado hay un basurero. Al regreso, el Jefe de Sector interceptó al muchacho y le cuestionó que dónde se lo había robado, que estaba bueno para llevarlo para El Capri [estación policial] y hacerle un ‘ficheo’ y que lo iba a perseguir. Me acosa a mi hijo, que es menor de edad. Nada más tiene 17”, denunció Acosta Toscano.



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