El periodista independiente y activista Carlos Michael Morales Rodríguez enfrenta una nueva escalada de presiones por parte del régimen cubano.
El pasado 16 de octubre fue citado al Tribunal Municipal de Caibarién. Durante la audiencia, se le dio un ultimátum para vincularse laboralmente con entidades estatales, desestimando su precaria condición de salud.
Morales Rodríguez, quien padece de insuficiencia mitral e hipertrofia ventricular, fue sometido a un agresivo interrogatorio por parte del mismo cardiólogo que lo diagnosticó en agosto pasado, contó el periodista en un audio al Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
El periodista y activista Carlos Michael Morales Rodríguez denuncia las últimas acciones represivas de las cuales ha sido víctima, por parte de la policía política del régimen.#SOSCuba #NoALaRepresion #LibertadParaLosPresosPoliticosCuba #Cuba pic.twitter.com/zzLlM8NwTh
— Observatorio Cubano de Derechos Humanos (@observacuba) October 23, 2024
El médico, relató el activista, “actuó más como fiscal que como profesional de la salud” al cuestionar la “benevolencia” del tribunal por no haberle revocado aún su actual condición de prisión domiciliaria.
Las autoridades también rechazaron una solicitud de la iglesia bautista local para que el trabajo de mantenimiento realizado por Morales en esa institución fuera considerado válido para cumplir los cinco meses restantes de su sanción.
El periodista considera esta negativa como “una violación a la libertad religiosa” y un desconocimiento a una institución legalmente establecida en el país.
Morales se encuentra cumpliendo una sentencia de ocho meses de prisión domiciliaria.
Fue liberado en marzo de 2024 tras cumplir una condena de tres años por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021.
En mayo fue nuevamente arrestado por presunta “desobediencia”. El activista ha manifestado su negativa a trabajar para instituciones estatales, argumentando que no colaborará con “un Estado que viola los derechos humanos del pueblo cubano”.
Ante la amenaza inminente de ser enviado nuevamente a prisión, el periodista ha hecho un llamado a organizaciones internacionales como Human Rights Watch, Amnistía Internacional y el Comité Internacional para la Protección a los Periodistas, para que intervengan en su caso.