En medio de la tensa situación económica que atraviesa el oriente de la isla, el gobernador de Santiago de Cuba, Manuel Falcón, hizo un llamado a la población para “que no se desesperen” por la falta de gas licuado, un recurso esencial para muchas familias que no tienen con qué cocinar en medio de los interminables apagones.
“No hay que desesperarse, sabemos que no hay con qué cocinar, hemos estado tomando varias alternativas. Va a haber continuidad en la entrega de gas licuado en los puntos hasta suplir los 271 mil clientes que tiene la provincia”, afirmó.
Estas declaraciones han provocado indignación en varios sectores de la población, que consideran que las dificultades cotidianas, exacerbadas por las políticas del gobierno, son ya insoportables.
“Manuel Falcón, gobernador de Santiago de #Cuba, pide a los pobladores que no se desesperen por el gas licuado. Como si la vida en la isla, por culpa de la dictadura que él representa, no fuera una tragedia cotidiana difícil de sostener para los cubanos”, expresó el usuario de X Rolando Nápoles.
La situación es especialmente complicada en la región oriental de Cuba, donde el huracán Oscar dejó a su paso severas inundaciones y destrucción en los municipios de San Antonio del Sur e Imías, en la provincia de Guantánamo.
Durante una visita del presidente Miguel Díaz-Canel a la zona, un hombre responsable de 29 niños en una escuela especial denunció que el gobierno los había llevado al lugar y luego los abandonó justo antes de que el ciclón tocara tierra el pasado 20 de octubre.
A pesar de que Díaz-Canel intentó justificar la falta de apoyo, asegurando que “ningún cubano ha sido abandonado”, los residentes de la zona afectada mostraron su descontento ante la falta de recursos y la demora en la respuesta gubernamental.
Tambièn desde el viernes han ocurrido varios apagones masivos que han mantenido a gran parte de la población con más de 72 horas de apagón.
En ese contexto cocinar se dificulta para las familias de un país que hace años cambió la cocción de alimentos a matriz energética a través de la distribución de ollas eléctricas.
En los últimos días las colas para comprar gas y carbón han sido interminables en Santiago de Cuba.