La vicepresidenta del Tribunal Supremo de Cuba, Maricela Sosa Ravelo, intentó minimizar la ola de criminalidad y consumo de drogas en Cuba, al asegurar que el problema se “estaba exagerando en las redes sociales”.
En una entrevista con la BBC sobre este ascenso en el crimen, un fenómeno social que vienen denunciando desde hace meses la ciudadanía y las organizaciones de la sociedad civil en la isla, la magistrada dijo que en Cuba, “la policía tiene una alta tasa de éxito en la resolución de crímenes”.
“No vemos que la gente tome la justicia por su mano –como sucede en otras partes de América Latina y en otros lugares–, lo que sugiere que la población confía en el sistema de justicia cubano”, argumentó la jueza con más de tres décadas de servicio.
La cadena del Reino Unido señala que las autoridades cubanas culpan en gran medida a Estados Unidos, tanto de la existencia de opioides sintéticos en Cuba como del embargo económico, que según ellos, es la razón por la que algunos cubanos han recurrido al delito.
Un informe de la inseguridad pública en Cuba, desarrollado por el Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana, reveló un incremento del 152% en la cifra de reportes de criminalidad.
Esa organización independiente alertó además sobre una escalada de corrupción, el aumento de las pandillas juveniles y el consumo de drogas.
Precisamente sobre esto último, la BBC menciona que la situación se ha visto agravada por el consumo de la droga «el químico» o «kímiko», cada vez más popular entre los jóvenes cubanos.
El narcótico se consume en cigarrillos como si fuera marihuana y provoca rigidez y convulsiones, según revelan múltiples videos en las redes sociales.
El periodista independiente Vladimir Turró, vecino de Arroyo Naranjo, en La Habana dijo a Martí Noticias que esta droga mezcla marihuana con otros productos químicos y que “produce efectos violentos en las personas”.
“Creo que la droga ha jugado un papel importante en este tema de los asaltos, de la violencia constante y los asesinatos”, aseguró el comunicador.
Como parte de su reportaje, la BBC ofrece el testimonio de la joven Samantha González, cuyo hermano menor fue asesinado hace dos meses en una aparente disputa relacionada con pandillas en el barrio habanero de Cayo Hueso.
“La violencia se está descontrolando. Básicamente son pandillas y se pelean entre sí como pandillas. De ahí viene todo, estos asesinatos y muertes de jóvenes (…) Casi nadie resuelve una discusión con los puños. Todo son cuchillos, machetes, incluso pistolas. Cosas que simplemente no entiendo”, dijo la entrevistada.