Estamos frente a la auténtica novela de las conflictivas relaciones entre Vladimir Putin y el patriarca Kirill, ‘Los peores enemigos’ (2024). Esta enigmática historia comienza en Siberia con la escena, real, de la muy secreta iniciación de Vladimir Putin en el chamanismo. Lo que adelanta una idea de la conflictiva relación entre el poder político y el poder espiritual en Moscú.
Putin/Kirill, los dos hermanos enemigos, es una historia tan antigua como el tiempo. Hermanos gemelos que se odian y al final aman lo mismo: el poder absoluto, la riqueza obscena y los vergonzosos secretos de la seguridad del Estado.
Uno es brillante y perverso, el otro es vil, mediocre e igualmente perverso. Ambos nacieron en el mismo abominable sistema comunista de la época de la Guerra Fría, en la misma antigua capital derrumbada de los zares donde el yugo administrativo se vuelve tiránico si no se domina.
Uno ha renunciado a la alegría de vivir normal para hacer una vida “anormal”, o sea una brillante carrera dentro de la Iglesia Ortodoxa, abandonó todo muy temprano para saborear el fruto prohibido de la opulencia de Occidente, falsamente odiado y tan deseable.
El otro se perdió su largamente soñada carrera como espía de la KGB y se encontró en un basurero social, antes de verse arrojado, irónicamente, a una nueva vida en la cima de la vida política y al frente del Estado más grande del mundo.
Terminaron reconstruyendo la vertical del poder absoluto, cada uno en su respectivo jardín. Al fin se involucran en una guerra clandestina y secreta donde la competencia es despiadada: no hay lugar para dos.
Uno debe eliminar al otro. En esta morbosa y feroz rivalidad, todos utilizan a hombres y mujeres como herramientas para la muerte y al planeta como un tablero de ajedrez gigante.
¿Quién ganará, el que empuña el cetro o el cepillo clerical?
Con el telón de fondo del choque de dos titanes, se desarrolla una novela de suspense diseñada por un ex alto oficial del servicio de espionaje más secreto del mundo: el de la policía, el KGB de los “ilegales”, los no nombrados, los no anunciados.
Sergei Jirnov, autor de documentos de gran éxito sobre Rusia, prueba aquí por primera vez la ficción. “Una gran novela verdadera”, de tal modo la presenta su editorial en Francia Istya & Cie.