LA HABANA, Cuba. — Cincuenta y tres años después de separarse, con dos de sus integrantes muertos y en un tiempo de conflictos sangrientos que nos aproximan a lo que pudiera ser la tercera guerra mundial, los Beatles siguen dando mucho de qué hablar.
El pasado 2 de noviembre fue presentada la canción Now and then, elaborada por Paul McCartney, Ringo Starr y Giles Martin con el auxilio de la Inteligencia Artificial a partir de un demo casero de John Lennon de 1977. El tema, que cierra el catálogo de los Beatles, está generando apasionadas polémicas entre fascinados y defraudados. Lo curioso es que la gran mayoría de los que polemizan son fanáticos del legendario grupo y hacen gala de ello en sus controversias.
Durante meses hubo mucha expectativa por Now and then. Había que ver si el trabajo hecho en Free as bird y Real love para Anthology, en 1995, cuando Now and then fue desechada, podía ser superado. Y ahora son mayoría los que opinan que no se pudo.
Las quejas más frecuentes que leo y escucho de los que se sienten no solo defraudados, sino hasta estafados son acerca del empleo de la Inteligencia Artificial; los que piensan que McCartney y Ringo se bastaban ellos solos para hacerlo mejor que la IA; que incluso Jeff Lynne, como demostró cuando trabajó en los últimos discos de George Harrison y en Anthology, pudo haberlo hecho; los que dicen que no son los Beatles como tal ni suenan como ellos; los que apuntan que Harrison, al que no le gustaba el tema, tocó su solo de guitarra con desgano; y sobre todo, los que consideran que más que una composición de John Lennon parece una canción de McCartney cantada por Lennon.
Es cierto que más parece una canción de McCartney que de Lennon. ¿Y qué? No me digan que todas las canciones que hizo Lennon fueron buenas. Lennon haría mejores textos y sería más rockero, pero musicalmente McCartney lo superaba.
Now and then tiene el sonido de los Beatles. Y no es que Paul y Ringo lo digan. Los cuatro participaron, no importa si dos de ellos lo hicieron de manera virtual. En varias canciones de los Beatles no participaron todos. Como en Good night y Wild honey pie. O en Yesterday, donde participó uno solo. Y no por ello esas canciones dejaron de ser acreditadas al grupo.
A mí Now and then al principio me desconcertó, me sonó rara, fantasmagórica, probablemente debido a mi reticencia con la Inteligencia Artificial. Pero acabó convenciéndome. Y lo que es más, emocionándome. Tanto o más que lo que me emocionaban de adolescente las canciones de los cuatro de Liverpool. Y es que en estos tiempos no es poca cosa escuchar —y más si es por última vez— nuevas armonizaciones a la manera de los Beatles.
Admito que me gustaron mucho más Free as a bird y Real Love, que parecen sacadas, sobre todo la primera, del White Album. Pero, tecnicismos aparte, me gusta Now and then. Y mucho. Para nada me decepcionó. Al contrario: superó mis expectativas. A juzgar por las tantas críticas a Now and then que hay por estos días, parece que además de nostálgico incorregible, soy más fanático de los Beatles de lo que pensaba.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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