España ha escrito su nombre con letras de oro en el fútbol mundial. En una final que tuvo de todo, la selección española se impuso a Inglaterra y levantó el ansiado trofeo en Australia y Nueva Zelanda.
Olga Carmona, cuyo remate a portería se convirtió en el gol del triunfo, fue la heroína del encuentro. Con un brillante contragolpe por la banda izquierda, disparó al segundo palo, dejando sin opciones a la guardameta inglesa, Earps.
Pero el camino hacia la gloria no fue fácil. Jenni Hermoso tuvo en sus pies la oportunidad de sellar el partido desde el punto de penalti, pero Earps, demostrando por qué es una de las mejores porteras del mundo, detuvo el disparo.
Inglaterra, por su parte, mostró el carácter que les llevó a la final. Lauren Hemp estuvo a punto de igualar el marcador con un remate que se estrelló contra el larguero. A medida que se acercaba el pitido final, las Lionesses presionaban con ahínco, buscando el empate que nunca llegó. Earps también tuvo su momento de gloria, salvando un remate de Alba Redondo que iba directo a la red.
España, además de defender su ventaja, buscó ampliarla. Salma y Paredes tuvieron oportunidades claras, pero no lograron vencer la resistencia inglesa.
Al final, el pitido final coronó a las españolas como campeonas del mundo, un título merecido que refleja la evolución y crecimiento del fútbol femenino en el país.