La Universidad de Salamanca presentó hace una semana un escueto informe que exculpa a su rector, Juan Manuel Corchado, un catedrático señalado por convertirse en uno de los científicos más citados del mundo tras citarse a sí mismo miles de veces, recibir millares de menciones de investigadores inventados y ordenar a sus subordinados que le citasen 20 veces en cada estudio. El Comité Español de Ética de la Investigación, en un duro comunicado aprobado este martes, ha rechazado por unanimidad ese informe exculpatorio, al considerarlo “una oportunidad perdida” para aclarar la situación.
Ante “la presunta gravedad” de los hechos, el comité de ética urgió en junio a la Universidad de Salamanca a realizar una inspección “exhaustiva e independiente” de las prácticas de su propio rector. La respuesta fue un informe de 17 páginas —encargado al historiador Salvador Rus Rufino, de la Universidad de Valladolid— que incluso aplaude la relevancia de Corchado.
El comité de ética, un órgano independiente creado por el Gobierno y las comunidades autónomas, no ha aceptado esta versión. Sus 11 miembros subrayan que el informe de Rus Rufino no ha tenido en cuenta “documentación sustancial” y ni siquiera ha consultado a las principales fuentes de información manejadas por el comité nacional.
La editorial Springer Nature ha realizado en paralelo su propia investigación y ha iniciado una retractación aparentemente masiva de estudios del grupo de Juan Manuel Corchado, tras identificar “problemas” relacionados con “citas inapropiadas o inusuales y conflictos de interés no declarados”, según consta en los correos electrónicos enviados a al menos una decena de coautores del rector, a los que ha tenido acceso EL PAÍS. El comité de ética subraya esta paradoja: “Un indicador de que el informe [de Rus Rufino] no ha abordado problemas importantes es el proceso de retractación de trabajos relacionados con el caso, puesto en marcha por la editorial Springer”.
Corchado publicó durante años multitud de documentos llenos de autocitas en el repositorio científico GREDOS de su universidad, como un único párrafo sobre edificios inteligentes con 227 citas a sí mismo o cuatro párrafos insustanciales sobre la covid con un centenar de automenciones. Con estas maniobras ascendía en diferentes rankings internacionales, de los que presumía. Este periódico le preguntó el 12 de marzo por ello. El breve informe de Rus Rufino sí constata que ese mismo 12 de marzo y los días siguientes Corchado solicitó a la responsable técnica del repositorio GREDOS que borrase 147 de sus documentos y retirase otros 45, pese a que las normas no permiten la eliminación de publicaciones científicas.
Este Comité entiende que la Universidad tomará las medidas oportunas ante estas prácticas irregulares
Comité Español de Ética de la Investigación
El comité de ética critica que el informe exculpatorio admita “la existencia de prácticas irregulares” en el repositorio universitario, pero ignore los motivos de Corchado y el contenido de los documentos borrados. Los expertos lanzan un dardo a la institución salmantina. “Este Comité entiende que la Universidad tomará las medidas oportunas ante estas prácticas irregulares”, señala el órgano de integridad científica, compuesto por prestigiosos especialistas, como su presidente, Jordi Camí, director general del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona; el neurocientífico Rafael Yuste, de la Universidad de Columbia (Estados Unidos); Amparo Alonso, catedrática de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de A Coruña; y el biólogo Pere Puigdomènech, expresidente del Comité de Ética del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
El comunicado del órgano de integridad científica pide una auténtica investigación independiente sobre el rector, al reiterar “la necesidad de que se verifiquen exhaustivamente con imparcialidad, transparencia y garantías procedimentales unos hechos que son muy sensibles para la reputación no solo de la Universidad de Salamanca, sino de todo el sistema universitario y científico español”. La última frase es contundente: “Por todas estas razones, el Comité, por unanimidad, considera que el informe remitido no responde a las verificaciones solicitadas”.
Corchado, pese a las múltiples pruebas en su contra, ha contado hasta ahora con el respaldo total de las autoridades locales. El 31 de mayo, en la ceremonia de proclamación como rector, recibió una ovación de un minuto en el legendario paraninfo de la universidad, con los aplausos del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y del alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, ambos del Partido Popular. Corchado, con un presupuesto anual de casi 290 millones de euros, quiere construir un nuevo campus en los antiguos terrenos de Mercasalamanca, con el apoyo del Ayuntamiento y la Junta.
El Comité, por unanimidad, considera que el informe remitido no responde a las verificaciones solicitadas
Comité Español de Ética de la Investigación
El principal diario de la ciudad, La Gaceta de Salamanca, también defiende al rector. Julián Ballestero, director del periódico, publicó una columna el 12 de septiembre sugiriendo una gigantesca conspiración contra Corchado. “Algún día sabremos a qué responde la inquina del Gobierno de Pedro Sánchez y de sus excrecencias mediáticas contra el rector de la Universidad de Salamanca”, afirmó Ballestero. “Lo cierto es que la ministra Diana Morant [el Ministerio de Ciencia instó al comité de ética a estudiar el caso] ha hecho el ridículo exigiendo una investigación sobre las publicaciones del rector que ha concluido en lo que cualquier científico con mediana preparación sabía de antemano: que no hay nada censurable por parte de Corchado y que las citas y autocitas están dentro de los parámetros de la normalidad académica”, añadió.
Los hechos no tienen nada que ver con una misteriosa conspiración política. La organización estadounidense Retraction Watch, especializada en fraudes científicos, reveló las extrañas prácticas de Corchado en marzo de 2022. EL PAÍS ha publicado documentos con más de 200 autocitas y también mensajes internos que demuestran que el investigador instaba a sus subordinados a citarle decenas de veces en cada trabajo. Ante estas tretas, la multinacional Springer Nature ha iniciado una retractación masiva de estudios del grupo de Corchado. La Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE), que representa a 88 sociedades con 40.000 científicos, sugirió el 20 de junio convocar nuevas elecciones a rector, ya que la reputación del actual “está clara y gravemente en entredicho”.
La respuesta de Corchado hasta la fecha ha sido el silencio, pese al creciente escándalo. El Consejo de Gobierno de la Universidad de Salamanca, formado por 53 miembros y presidido en persona por el propio rector, aprobó el informe exculpatorio de Rus Rufino el 11 de septiembre con una amplísima mayoría, pese a las objeciones de los únicos tres profesores que votaron en contra. Tras el apoyo del Consejo de Gobierno, la prensa local preguntó a Corchado si el asunto quedaba cerrado. “En lo que a mí respecta, claro que sí. […] Di las explicaciones a mis compañeros, que es donde tengo que darlas”, respondió el rector.
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