En una dramática intervención que incluyó presencia policiaca, esta semana fueron sacados de forma abrupta numerosos ocupantes ilegales que se habían instalado precariamente en un deteriorado inmueble de La Habana Vieja categorizado como inhabitabitable y en “peligro de colapso”.
El operativo, ocurrido el pasado miércoles, vació el edificio No70 de la calle Factoría, entre Corrales y Apodaca, donde convivían más de 100 personas, incluyendo niños y ancianos, según reportes de residentes locales.
Si bien originalmente todas las familias con derecho habían sido reubicadas por tener graves problemas estructurales, posteriormente el inmueble quedó desprotegido, permitiendo una nueva invasión de ocupantes en situación desesperada ante la severa crisis habitacional.
“Ese edificio estaba declarado inviable y entonces reubicaron a los de derecho. Después entraron personas que se consideran ilegales. No se tapió a tiempo y ellos, por necesidad de vivienda, penetraron”, explicó una vecina.
Los evacuados, considerados por el gobierno como ilegales, fueron conducidos inicialmente a unidades policiales con sus pertenencias antes de ser transportados de vuelta a sus lugares de origen, en muchos casos fuera de la capital.
“Los subieron en camiones con sus cosas para sus casas. La misma gente de la cuadra pidió que los sacaran. Había problemas y peleas todo el tiempo, era un peligro ese lugar”, agregó la fuente.
Con la creciente ruina urbanística en Cuba, casos tan extremos se multiplican ante la pasividad estatal y la desesperación popular. Solo en La Habana 600 mil personas carecen de solución habitacional, mientras en todo el país las viviendas en mal estado suman 850 mil.