A la mitad del proceso de un año que ya es la mayor purga de beneficiarios de Medicaid, la inscripción en el programa de seguro de salud administrado por el gobierno está en camino de volver a niveles aproximadamente previos a la pandemia.
Medicaid, que cubre a personas de bajos ingresos y discapacitadas, y el Programa de Seguro de Salud Infantil (CHIP) relacionado, crecieron hasta alcanzar un récord de 94 millones de inscritos como resultado de una regla que prohibía a los estados terminar la cobertura durante la emergencia de salud pública por covid.
Pero desde abril pasado, los estados han eliminado a más de 16 millones de personas de los programas en un proceso conocido como “desmantelamiento”, según estimaciones de KFF a partir de datos estatales.
Si bien muchos beneficiarios ya no califican porque sus ingresos aumentaron, millones han sido eliminados por razones de procedimiento, como no responder a los avisos o no devolver la documentación necesaria. Pero a la vez, millones se han reinscrito o inscrito por primera vez.
El resultado neto: la inscripción ha disminuido en aproximadamente 9.5 millones de personas desde el máximo histórico alcanzado en abril, según KFF. Eso pone a la inscripción en Medicaid y CHIP en camino de volver a las cifras pre pandémicas: alrededor de 71 millones de personas.
“Lo que estamos viendo no es muy diferente de lo que vimos antes de la pandemia, simplemente está sucediendo a una escala más grande y más rápido”, dijo Larry Levitt, vicepresidente ejecutivo de políticas de salud de KFF.
El cambio en la inscripción ha sido desde hace tiempo una característica de Medicaid. Antes de la pandemia, alrededor de 1 millón a 1.5 millones de personas en todo el país perdían la cobertura de Medicaid cada mes, incluyendo a muchos que aún calificaban pero no renovaban su cobertura, explicó Levitt.
Lo que esta vez ocurre en un período más corto. En algunos aspectos, y en algunos estados, ha sido peor de lo esperado.
La administración Biden predijo que alrededor de 15 millones de personas perderían la cobertura de Medicaid o CHIP durante el período de purga, casi la mitad debido a problemas de procedimiento. Ambas predicciones resultaron bajas. Según los datos informados hasta ahora, más de 17 millones de personas perderán la cobertura, según KFF, el 70% debido a problemas con el procedimiento.
Pero alrededor de dos tercios de los 48 millones de beneficiarios a los que se les revisó la elegibilidad hasta ahora renovaron su cobertura. Cerca de un tercio la perdieron.
El gobierno federal ha dado a la mayoría de los estados 12 meses para completar esta purga.
Timothy McBride, economista de salud de la Universidad de Washington en St. Louis, dijo que la históricamente baja tasa de desempleo del país significa que las personas que pierden la cobertura de Medicaid tienen más probabilidades de encontrar una basada en el empleo o de poder pagar un plan en los mercados del Obamacare. “Esa es una razón por la que la caída en Medicaid no es mucho peor”, dijo.
Hay grandes diferencias entre los estados. Por ejemplo, Oregon ha sacado solo al 12% de sus beneficiarios. El 75% ha sido renovado, según KFF. El resto está pendiente.
En el otro extremo del espectro, Oklahoma ha eliminado al 43% de sus beneficiarios, renovando la cobertura para solo el 34%. Alrededor del 24% está pendiente.
Los estados tienen reglas de elegibilidad variables, y algunos facilitan mantenerse inscrito. Por ejemplo, Oregon permite que los niños permanezcan en Medicaid hasta los 6 años sin tener que volver a solicitarlo. Todos los demás inscritos obtienen hasta dos años de cobertura independientemente de los cambios en los ingresos.
Jennifer Harris, defensora principal de políticas de salud para Alabama Arise, un grupo de defensa, dijo que la agencia de Medicaid de su estado y otras organizaciones sin fines de lucro se comunicaron bien con los inscritos sobre la necesidad de volver a solicitar la cobertura, y que el estado también contrató a más personas para manejar el aumento. KFF halló que el 29% de los beneficiarios en ese estado que tuvieron revisiones de elegibilidad fueron eliminados por cuestiones de procedimiento, encontró KFF.
“Las cosas están equilibradas en Alabama”, dijo, apuntando que a cerca del 66% de a los se les renovó la cobertura.
Uno de los pocos estados que se ha negado a expandir Medicaid bajo la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA), Alabama tenía alrededor de 920,000 inscritos en Medicaid y CHIP en enero de 2020. Esa cifra aumentó a alrededor de 1,2 millones en abril de 2023.
Joan Alker, directora ejecutiva del Centro para Niños y Familias de la Universidad de Georgetown, dijo que sigue preocupada porque la caída de la inscripción entre los niños puede ser mayor que lo habitual.
Durante la purga, 3.8 millones de niños han perdido la cobertura de Medicaid, según los datos más recientes del centro. “Muchos más niños están quedando fuera ahora que antes de la pandemia”, dijo Alker.
Y cuando los sacan, muchas familias luchan por volver a inscribirlos, dijo. “Todo el sistema está saturado y la capacidad de las personas para volver a inscribirse de manera oportuna es más limitada”, agregó.
La gran pregunta, dijo Levitt, es cuántas de las millones de personas eliminadas de Medicaid ahora están sin cobertura.
Utah fue el único estado que encuestó a los desafiliados, y descubrió que alrededor del 30% estaban sin seguro. Muchos de los restantes encontraron cobertura de salud por un empleo o se inscribieron en cobertura subsidiada a través de ACA
Lo que ha sucedido a nivel nacional sigue siendo poco claro.
Esta historia fue producida por KFF Health News, una redacción nacional enfocada en el tratamiento en profundidad de temas de salud, que es uno de los principales programas de KFF, la fuente independiente de investigación de políticas de salud, encuestas y periodismo.