Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Se puede estar más o menos agobiado por el elevado costo de la vida en la isla; se puede estar más o menos “arrancado”, que en buen cubano quiere decir no tener ni un peso; pero el 14 de febrero es una de esas fechas que obliga a las personas a reinventarse, a sacar el “extra” con tal de darle a la pareja un Día de los Enamorados diferente.
Si en medio de la pandemia de covid los amantes encontraron alternativas para —mascarilla mediante— celebrar el amor, en esta nueva pandemia de la inflación galopante miles de cubanos llevan meses sacando cuentas para darse el lujo de un regalo medianamente digno o una salida a comer.
Hay para todos los bolsillos: desde fines de semana en hoteles, combos enviados desde el exterior y paladares reservados por familias de los más altos ingresos, hasta peluches de bajo costo, espigas de príncipes negros envueltas en papel celofán y la clásica escapada al malecón, el consuelo de los pobres de toda la vida.
Opciones estatales no hay muchas para escoger, pues las instalaciones bajo el mando de Comercio y Gastronomía a lo largo y ancho de la geografía nacional no se distinguen precisamente por sus iniciativas. Algún que otro restaurante ofertará un menú de lujo y la red extrahotelera Palmares pudiera sorprender con pasadías a menor precio, pero las colas afuera de estos espacios en años anteriores han demostrado que la demanda sigue insatisfecha.
Ahí están, para hacer competencia, los establecimientos privados, algunos de los cuales han alcanzado un confort y una experiencia en las lides del marketing digital como para concebir de antemano sugerentes alternativas para celebrar el 14 de febrero.
Los estudios fotográficos, por ejemplo, ofrecen sesiones temáticas para parejas; las más reconocidas paladares han prometido platos especiales, música en vivo o rifas románticas; los bares y las discotecas reconfiguran sus “happy hours”; los negocios de manualidades hacen la zafra con corazones y demás elementos alegóricos… Todos exquisitamente promovidos en sus redes sociales, con lo cual pareciera que la Cuba virtual está al alcance de cualquier pareja.
Y aunque en realidad cualquier pareja va a celebrar su propio 14 de febrero, no todas podrán dedicarle al amor el mismo presupuesto. Algunos, por mucho que se quieran, lo pensarán dos veces antes de gastar más de mil pesos en una simple jarra personalizada, porque probablemente en el mismo punto de venta tendrán que erogar casi 3 mil en un paquete de pollo o 700 pesos en un pomo de aceite, dos productos muy poco románticos, pero imprescindibles para sobrevivir más allá de la fecha.
Este 2024, cuando el paquete de medidas anunciado por el gobierno cubano mantiene al país con el credo en la boca y las finanzas en stand by, el 14 de febrero las parejas deberán exprimirse aún más los ya exprimidos bolsillos y, en lugar de los enamorados, pudieran estar de plácemes los solteros.