Piden donación de sangre para anciana cubana con hemorragia intestinal



Un cubano identificado como Pedro Pablo Sánchez pidió ayuda urgente a través de redes sociales para conseguir un donante de sangre O+ para su madre, una anciana con hemorragia intestinal intensa. 

En una publicación en Facebook el hombre, quien es administrador del grupo Huellas Callejeras de Cuba, afirmó que “ya tiene el plasma pero se necesita la sangre”, así como vitamina K, la cual “paga a cualquier precio”.

Agregó que la paciente se encuentra hospitalizada en la sala de observación del hospital La Covadonga, en la cama 13. 

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El destacado animalista cubano también dejó el número de teléfono 52935554 para contacto. 

Recientemente el régimen cubano reconoció la crítica situación con las donaciones de sangre en los hospitales del país. En la provincia de Ciego de Ávila, por ejemplo, los hospitales no tienen la cantidad suficiente para los casos que requieren transfusiones.

Según trascendió en una nota del diario local Invasor, en los hospitales provinciales desde hace tiempo “contabilizan el mínimo imprescindible para salvar vidas y no lo suficiente para extirpar sustos y garantizar la calidad de la atención”.

En enero pasado trascendió el caso de una cubana necesitada de una transfusión de sangre en La Habana, según denunciaron familiares en redes sociales.

La cubana Yuleydis Gómez pidió ayuda a través de su perfil de Facebook para conseguir un donante de sangre O+ para su tía Raquel Fraga Acosta, quien tenía cinco de hemoglobina y no podía esperar un minuto más para ser transfundida. La ayuda no llegó a tiempo.

Un mes después la periodista oficialista Gabriela González González, del diario Girón, pidió ayuda para su abuela quien necesitaba una transfusión de sangre en Matanzas.

Sin embargo, el régimen cubano recauda miles de dólares anuales con la venta de sangre y sus derivados a otros países.

En mayo de 2022 fue noticia que el gobierno castrista vendió sangre y sus derivados; tejidos y órganos humanos por valor de 1,323 millones de dólares norteamericanos, entre 1995 y 2019, según una investigación de la ONG Archivo Cuba (AC) sobre negocios de La Habana en el ámbito sanitario. 



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