AREQUIPA, Perú – Daysi Esther Casimiro Ferrer, madre del cubano baleado por la Policía en España en la mañana de este lunes, se pronunció a favor de su hijo en un intento por corregir la narrativa de algunos medios de comunicación, y la opinión pública sobre el caso.
“No era un delincuente, sino un esquizofrénico al que le falló el sistema”, dijo la cubana en una conversación con La Voz de Galicia, citada por elDiario.es.
El fallecido, Henry Carbonell Casimiro, fue abatido en el polígono de A Grela, en la ciudad A Coruña, sobre las 10:30 AM. De 35 años, el cubano con nacionalidad española murió a consecuencia de los impactos de bala, según fuentes de Europa Press.
El comportamiento “muy agresivo” del hombre con una barra de metal obligó a la intervención de los uniformados españoles. El mismo individuo había protagonizado altercados previos y rompió varios cristales en la zona.
No obstante, según Casimiro Ferrer, su hijo era un universitario que sufrió un brote psicótico tras llevar un mes sin tomar la medicación.
“Ahora me toca enterrarlo, llorarlo, hacer mi duelo, y después ponerme en pie y luchar por que se haga justicia”, dijo la mujer, quien trabaja como médica forense en Torrejón de Ardoz, Madrid.
Henry Carbonell estudió en Londres y hablaba cinco idiomas, sostuvo su madre. Vivía con su pareja en Segovia, donde trabajaba como guía turístico. “No era alguien de la calle”, pero padecía esquizofrenia paranoide y una discusión le provocó un brote psicótico que lo “descompensó”.
Ese incidente lo llevó a subirse a un autobús rumbo a A Coruña el 17 de noviembre, donde sufrió otro brote con estado de agitación y fue trasladado al hospital.
Al respecto, la cubana desmintió las informaciones que le atribuían a su hijo antecedentes delictivos. Y aseguró que todos los incidentes en los que se vio implicado se debieron a su trastorno psiquiátrico.
“Yo lo menos que puedo hacer por él es no dejar que España entera piense que era un delincuente; no lo era, porque jamás en la vida había robado ni cinco céntimos”, agregó.
“Ojalá lo hubiesen detenido. Si lo hubieran llevado a la comisaría (…) allí estaban todos mis datos y hubiera ido corriendo a A Coruña y lo hubiera ingresado”.
De acuerdo con la madre, llevaba tiempo tras la pista de su hijo, por lo cual puso una denuncia, llamó al 061 (teléfono de emergencias) 20 veces, mandó por fax los informes de su patología, explicando que tenía esquizofrenia paranoide y que estaba sin medicación.
“Ese niño era un enfermo y nadie ha hecho nada, lo que ha fallado es el sistema, mis mismos compañeros. Lo que ha pasado no debía haber ocurrido, porque llevo un mes pidiendo ayuda y por la Ley de Protección de Datos nadie ha hecho nada”, lamentó Casimiro Ferrer.
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