Juana de Arco no muri en la hoguera por Dios ni por el feminismo: “Ella era una soldado”


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Imaginen una gran nacin destruida e invadida por un pas vecino con el que lleva 100 aos en guerra, con su capital tomada por el enemigo, con un rey psictico y un vaco de poder en el que facciones enfrentadas se disputan el trono de forma violenta. Francia era alrededor de 1420 un lugar sin esperanza y fue justo entonces cuando una muchacha temeraria y brillante entr en escena. Gracias a su impulso, tan poderoso como efmero, se invirtieron las tornas, y algunos aos despus los galos lograron recuperar Pars y el resto de su territorio y expulsaron a Inglaterra al otro lado del paso de Calais. Pero no todo lo que sabemos de Juana de Arco explica su historia.

Cuenta la escritora asitico estadounidense Katherine J. Chen que fantaseaba con escribir una novela sobre la vida de Jess de Nazaret cuando Juana de Arco se le cruz en su camino. Y la culpa de todo la tuvo un lienzo. Un da me encontr Cristo en casa de sus padres, de John Everett Millais, un hermoso cuadro que humaniza a Jesucristo, mostrndole como un nio herido, a su madre Mara, arrodillada con l intentando curarle las heridas, a Jos detrs con cara de preocupacin. Aquel cuadro incomod al pblico de su tiempo pero a m me ayud a salir de la encrucijada vital en la que estaba: acababa de perder mi trabajo, me haban diagnosticado cncer de tiroides… Pens que era injusto que me pasara algo as tan joven. Y entonces record que Juana de Arco haba muerto con solo 19 aos y me vino a la cabeza una biografa suya que haba comprado hace aos, pero no haba ledo. Ah empez todo.

Chen escribi un borrador de 200.000 palabras que tir a la basura. Pero a la segunda vez entendi qu era lo que no le convenca de la visin estndar de lo ocurrido y lo que ella poda ofrecer en su lugar. Su Juana de Arco no sera la Doncella de Orleans de la leyenda que escuchaba rdenes divinas, animaba a los soldados a confesar sus pecados y portaba el estandarte sin mancharse la ropa de barro y sangre. Tampoco mostrara una apariencia bella y delicada, sera ms bien poco agraciada y corpulenta. Ella no fue una santa, fue una soldado. Gan batallas imposibles. Para acabar pasando en la crcel gran tiempo de su corta vida y arder finalmente en la hoguera. Cuando leemos las transcripciones de su juicio parece imposible la elocuencia que muestra una persona tan joven rodeada de enemigos.

Destino publica ahora en Espaa Juana de Arco de Katherine J. Chen, traducida por Montse Trevio. Es una novela histrica tan vibrante y bien construida, elogiada en su da por Hilary Mantel o Margaret Atwood, que es una pena que le hayan colocado una portada poco agraciada y estridente probablemente perpetrada con IA y que ha llevado a algunas libreras espaolas, como La Llama de Barcelona, a retirarla de sus estanteras. Aunque desde Planeta, propietaria del sello Destino que edita la novela, han asegurado que cuentan con un gran equipo de diseadores humanos, el hecho de que no figure en el libro el autor de la imagen de la cubierta y algunos detalles enumerados en la red X por ilustradores profesionales dan pbulo al uso de la inteligencia artificial.

Aqu asistimos con una mirada indita a la conocida historia de la campesina que llega a ganarse la confianza de un delfn de Francia que se calzar la corona sobre su cabeza gracias a las victorias militares de Juana. La osada guerrera que es finalmente apresada por los ingleses y quemada en Ruan, nada menos que tres veces para no dejar rastro de su cuerpo, el 30 de mayo de 1431. Por cierto, que hbilmente Chen pasa de soslayo precisamente por los ltimos y ms icnicos momentos del personaje, tanto del laborioso juicio como de su ejecucin, para concluir con un rapto de esperanza: Yo, Juana, volver. Todas las plegarias son deseos, pero esto no es un deseo. Es una promesa.

La figura de Juana de Arco es una de las ms manipuladas de la historia, explica Chen a EL MUNDO en una conversacin por videoconferencia. En el pasado se la intentaron apropiar las sufragistas y hoy, en Francia, la extrema derecha se rene en la Place des Pyramids de Pars bajo una de sus famosas estatuas. No resulta sorprendente, la historia no est grabada en piedra y podemos encontrar tantos matices como busquemos en un personaje tan camalenico. Tambin en lo que respecta a la religin.

Juana de Arco fue un soldado que lleg a recibir un flechazo enemigo en el cuello que ella misma se arranc para seguir combatiendo. Y, sin embargo, ha pasado a la historia como una lder espiritual, segn la escritora, por una visin misgina de la historia. Hasta el punto de que, cuando public su novela en Estados Unidos, las crticas coincidieron en denunciar su visin laica de una figura cuyo reino, para tantas personas, no es de este mundo y que, ms de cinco siglos despus de su ejecucin, sera beatificada por la Iglesia catlica en 1909 y canonizada en 1920.

A Chen todo esto le sorprendi porque ella se siente una persona religiosa, pero tambin cree que no hace falta exhibir visiones ni rdenes divinas y que la manifestacin de Dios se despliega en las propias acciones de los seres humanos. Sin ella, Francia no hubiera ganado dos dcadas despus la Guerra de los Cien Aos y expulsado a los ingleses. Juana jug un papel fundamental en el momento oportuno de la historia y aquello result una suerte para su pas que logr gracias a ella levantar el sitio de Orleans. En cualquier caso, tampoco podemos exagerar su importancia en un conflicto tan extenso. Probablemente la evolucin de la artillera gala en los ltimos compases de la guerra a mediados del siglo XV result an ms decisiva.

Y es posible encuadrar a alguien que vivi en una poca tan remota dentro de patrones nacidos con la modernidad? Podemos describir a Juana de Arco de feminista, tal y como han credo ver algunos crticos en el libro de Chen? Debemos diferenciar entre la historia y el uso que hacemos de ella. No, no podemos decir que fuera una lder feminista en aquel tiempo, pero s lo es en mi novela porque he puesto mucho de m en ella en busca de la identificacin de los lectores contemporneos. Tampoco es cnica, en los momentos finales, presa, muerta de hambre y esperando el cadalso, es muy consciente de su futuro, tiene miedo y se revuelve contra el destino. Porque el destino no est escrito y espero que mis lectores, sobre todo los estadounidenses en este momento terrible de polarizacin que vive mi pas, les inspire para buscar entre todos un futuro mejor.





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