Vista aérea de casas dañadas por el huracán Ian en los alrededores de Fort Myers el jueves 29 de septiembre de 2022.
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Cada vez que un huracán azota la Florida, tanto los expertos como los habitantes llegan a la misma conclusión: los nuevos y mejores códigos de construcción funcionan.
Las casas más nuevas casi siempre sobreviven mejor a los huracanes que las más antiguas, gracias a que los códigos de construcción de la Florida se han robustecido en las últimas décadas.
Pero un informe de la FEMA que analizaba los daños causados por el huracán Ian, que azotó el suroeste de la Florida en 2022, descubrió que no hacía falta que toda la casa fuera nueva para que ofreciera una protección significativamente mayor. Los investigadores descubrieron que los techos nuevos, incluso en casas antiguas, eran la mejora más importante a la hora de resistir.
En el caso de Ian, la línea divisoria pareció ser 2015, cuando el código de construcción de la Florida implementó algunas actualizaciones importantes en la forma de fijar los techos a las casas y en el grado de impermeabilidad. Uno de esos cambios es la exigencia de una cubierta sellada, que evita que la lluvia se filtre al resto de la casa cuando los fuertes vientos arrancan las tejas.
“Las casas de los años 70 funcionaban mejor que algunas de las que se construyeron después de 2002 gracias al sellado de la cubierta”, dijo Leslie Chapman-Henderson, presidenta de la Alianza Federal para la Seguridad de las Viviendas (FLASH). “Fue un costo nominal y algo sencillo de hacer, pero supuso una gran diferencia”.
En el informe posterior a Ian, publicado el mes pasado, los investigadores de la FEMA examinaron vecindarios en los que viviendas antiguas con tejados viejos estaban justo al lado de viviendas antiguas con techos más nuevos y experimentaban los mismos vientos fuertes: unas 200 viviendas en total.
Según sus conclusiones, 90% de las viviendas con techos instalados antes de 2015 sufrieron daños. Solo 28% de los techos instalados después de 2015 sufrieron daños.
Según el informe, “los datos y las observaciones muestran que, en general, los techos más nuevos funcionaron mejor que los más antiguos”.
Los resultados fueron más pronunciados en los techos de tejas de asfalto, el más popular. Los tejados de paneles metálicos tenían muchas menos probabilidades de sufrir daños y no seguían el mismo patrón que los de asfalto.
Desde que el huracán Andrew devastó el sur de la Florida en 1992, la Florida ha estado a la vanguardia de los nuevos códigos de construcción, que se actualizan cada tres años. Muchas de esas renovaciones posteriores a Andrew, que entraron en vigor en todo el estado en 2002, consistían en reforzar los tejados y su conexión con las viviendas.
En los últimos años, al dispararse las primas de los seguros, las aseguradoras se centran cada vez más en sustituir los techos más antiguos. Los propietarios deben pagar la factura o enfrentar enormes aumentos en el seguro, o a la pérdida total de la cobertura.
Los propietarios de viviendas en la Florida han informado de problemas para encontrar cobertura si sus techos tienen más de 15 años, a pesar de las nuevas leyes de la Florida que impiden a las aseguradoras negar la cobertura de las viviendas únicamente por la antigüedad del techo.
La sustitución de techos también ha sido el origen de muchas estafas y demandas fraudulentas, lo que, según las aseguradoras, es una de las principales razones por las que han subido los precios.
Chapman-Henderson dijo que este informe subraya la importancia de las continuas actualizaciones del código de construcción, especialmente los techos, que a menudo son la parte más cara de la construcción o reconstrucción de una casa.
“Cuando se examina una casa y se evalúa su capacidad para sobrevivir a un huracán, el estado del techo es la primera pregunta que hay que hacerse”, dijo. “No solo aumenta su resistencia, sino que también puede ahorrar dinero en el seguro”.