MADRID, España.- Los actores cubanos Yadier Fernández y Claudia Álvarez comparten una historia que trasciende las cámaras y los escenarios, y supera los retos de la emigración sin perder su pasión por el arte. Hoy, establecidos en Madrid, siguen dedicados a la actuación mientras asumen con entusiasmo los desafíos de su nueva vida. En conversación con CubaNet, la pareja, una de las más sólidas del panorama artístico cubano, recuerda cómo se conocieron en un almendrón (taxi típico de Cuba) en La Habana, su trayectoria compartida y el cariño del público cubano. También abordan los obstáculos que enfrenta un actor en Cuba, su proceso migratorio a España, y su vida actual en Madrid, donde combinan la actuación con su emprendimiento turístico Manana Tour, enfocado en conectar a cubanos con el mundo a través de viajes.
El primer encuentro
Yadier y Claudia se conocieron hace más de una década en un almendrón. Yadier, quien se dirigía a la filmación de la serie Adrenalina 360, vio a Claudia en el taxi. Ya conocía su trabajo en el teatro. Sobre ese día, Yadier recuerda: “Fue súperbonito porque nos conocimos en un almendrón que yo cogí en El Cerro. Yo iba para una filmación. Estábamos haciendo Adrenalina 360, por el Parque del Pescado, y Claudia vivía en el Mónaco. Entonces cogí el almendrón y ella estaba adentro, llovía muchísimo. Yo había visto la tesis de ella con Carlos Díaz en Sueño de una noche de verano, y me gustó mucho su trabajo, entonces la felicité y fue como el primer encuentro”.
Claudia, que entonces tenía 21 años, también recuerda aquel día. Fue la primera chispa de una relación que ya dura más de una década. Con el tiempo, coincidieron en varios proyectos, como el teleplay Fotos y el filme Bocacherías Habaneras, de Arturo Soto.
Un equipo dentro y fuera del escenario
Para Yadier y Claudia trabajar juntos es, más que un reto, un placer. “Nosotros tenemos muy buena dinámica, tanto dentro de la relación como trabajando juntos, tenemos muy buena comunicación. Estamos en la misma cuerda, entendemos por lo que transita el otro, entonces es mucho más fácil”, explica Claudia.
La obra Jacuzzi, estrenada en Madrid en 2021 bajo la dirección de Yunior García, fue el primer proyecto que compartieron como pareja. “La experiencia a mí me encantaba, porque a alguien que ves en el día a día, luego lo ves en escena, y sientes mucha admiración por esa persona como actor. A mí me gustaba mucho la sensación de encontrarnos en Jacuzzi. Salíamos de la casa, y cuando estábamos en escena, era una experiencia completamente diferente”, recuerda la actriz.
Ambos coinciden en que trabajar juntos ha creado una complicidad que se refleja tanto en sus interpretaciones como en su vida diaria.
El reconocimiento en Cuba y la nostalgia por su público
Antes de emigrar, Yadier y Claudia gozaban de un amplio reconocimiento en Cuba. Las calles de La Habana les brindaban la oportunidad de estar en contacto directo con un público fiel, que seguía de cerca su trabajo en la televisión y el teatro.
“Nuestro arte, que es la interpretación, va dirigida al público, y tener su reconocimiento es muy bueno. Además, en Cuba, nosotros no estábamos aislados de la sociedad… Y el feedback de tu público, si asumía o aceptaba bien tu personaje, lo tenías de manera inmediata”, recuerda Yadier.
Claudia, por su parte, extraña la conexión emocional con las personas más que el reconocimiento en sí: “Era muy agradable, muy reconfortante ese reconocimiento y es fundamental, porque se trabaja para un público. Es algo que yo cuando vine aquí a España extrañaba muchísimo. Porque no es tanto el reconocimiento, sino la alegría que produces en las personas cuando te ven. Es esa cosa de que la gente te ve y te dice, ‘ay, ¿qué tal la novela?’ Y la gente se alegra. Y tienes esa sensación de que llevas alegría a un lugar”.
Personajes que han marcado sus carreras
A lo largo de sus trayectorias, ambos actores han dado vida a personajes muy populares. Yadier recuerda con cariño a Lino, su papel en la telenovela Oh, La Habana: “Cuando asumo un rol, estudio mucho. Aprovecho muchísimo el trabajo intelectual, que es el trabajo que hago en casa, de investigación… Por ejemplo, Lino, estuve más de un año con ese personaje. Entonces llega el momento que tú no sabes si tú eres Yadier o hay un poco de Lino en ti. Lino fue mi gran personaje en la televisión, porque había hecho series juveniles, pero Lino tenía a nivel dramático muchísimo más peso. Y le tengo mucho cariño porque me abrió muchas puertas. De ahí salió mi primer largometraje con Pavel Giroud, Omertá. Le agradezco a Pavel cada vez que tengo una oportunidad, porque fue mi entrada en el cine cubano”.
Claudia destaca dos personajes clave en su carrera: Paula, de la telenovela Aquí Estamos, que interpretó con solo 16 años, y Sussi, en la obra Jacuzzi. “La gente muchas veces me decía, Paula, Paula, en la calle. Todavía tengo gente que me encuentro que me dice, Paula”, cuenta. Sobre su papel en Jacuzzi, explica que fue crucial en su llegada a España: “En esa etapa de transición, de dejar tu país, de dejar detrás todo lo que creías que te definía, llegas a un lugar y se da la oportunidad de tener aunque sea un pequeño espacio en el que puedes todavía actuar. Y tenía con Jacuzzi la emoción de volver a estar ahí, de volver a hablar de lo que está pasando en mi país y de volver a ser parte de eso de alguna manera”.
Alzar la voz como artistas
Ambos actores coinciden en la importancia de utilizar su arte para alzar la voz sobre los problemas que afectan a Cuba. Preguntados sobre la responsabilidad de los artistas de denunciar lo que ocurre en la Isla, Yadier responde: “Yo creo que somos responsables. Los artistas, los influencers, la gente que tiene alcance, que llega a muchas personas, sí es una responsabilidad. Y para mí resulta mucho más potente desde nuestro arte, desde la interpretación, desde una obra de teatro, desde un audiovisual. Yo creo que tienes más alcance, que el mensaje llega más, porque el arte está hecho para eso, para expresarse”.
Por otro lado, sobre los problemas con los que tiene que lidiar un actor en Cuba, apunta: “En Cuba la profesión no te descontextualiza. Sigues viviendo en la misma sociedad, con los mismos problemas que tiene ese país. Y claro, esto lo vives también en tu profesión. Tenemos problemas con el tema salarial, que no nos alcanza el dinero, algo que pasa a todos en Cuba. Pero tenemos sobre todo problemas con el tema de la libertad de expresión. Hay una anécdota que recuerdo porque la tengo muy fresca, fue antes de que cerraran por la pandemia; fue con el título de una obra que se llama La Resistencia, que iba de una relación de pareja. No tenía nada que ver con ningún panorama político, y estábamos planteando cambiar el título, porque cómo pones un título que se llame La Resistencia en la marquesina de un teatro, vas a tener a la policía pidiéndote que lo cambien. Entonces ya cuando tú empiezas a autocensurarte, es que ya la censura ha calado demasiado. Y creo que eso nos afecta a todos, a actores, a escritores, a directores, a todos los profesionales del medio”.
La emigración
Yadier llegó en 2014, y enfrentó las dificultades típicas de la mayoría de los emigrantes. Durante ese tiempo, tuvo que hacer varios trabajos que nada tenían que ver con su profesión, mientras regularizaba su situación legal.
“Tuve la iniciativa de ir al Retiro a vender agua, porque el agua ahí era cara, entonces yo la vendía. Cosa que no era legal, pero yo tenía que sobrevivir. Trabajé en la construcción, luego un amigo mío de Dime Cuba me dio trabajo en su empresa para trabajar en el departamento de marketing, cosa que le agradezco muchísimo. Después me puse a estudiar creación y desarrollo de páginas web, programación en Python, y descubrí otras cosas que también me interesan hacer, más allá de la actuación, que es mi gran pasión. Yo creo que transitar por ahí te va curtiendo, te va haciendo más resiliente”, relata Yadier.
Claudia, quien llegó en 2021, también tuvo que adaptarse rápidamente: “En mi caso yo llegué en julio de 2021. Realmente mi proceso de transición en cuanto al tema de legalidad, documentos, fue mucho más fácil que el de muchísimos cubanos. Yo vine a través de Yadi. Entonces, claro, yo llegué y al tercer mes ya tenía papeles. Cuando llegué, yo cuidaba niños, daba clases de inglés, limpiaba casas”.
Al tercer mes la actriz ya tenía sus documentos en regla y pudo trabajar en sitios más estables como una agencia inmobiliaria. Y poco después llegó al tablao flamenco, donde aún está, junto a Yadier.
“Nosotros actualmente, además de nuestra empresa, que es Manana Tour, tenemos también nuestro trabajo estable con otro empleador, que es un tablao flamenco. Y como a los seis meses de estar aquí ya tuve la oportunidad de empezar a trabajar como actriz con Jacuzzi, de lo cual estoy muy agradecida”, explica.
Manana Tour: un sueño compartido
Uno de los grandes proyectos que han desarrollado en España es Manana Tour, una agencia de viajes que comenzó como una pequeña idea y ha crecido. “Manana en lenguaje popular significa de corazón, con bomba. Pero es que a Claudia, de niña, el padre le decía Manana. Ya nosotros teníamos pensado hacer algo, aunque no teníamos definido qué. Y mi cuñado, Mauri, el hermano mayor de Claudia, se puso a hablar con ella del tema cuando coincidieron en un viaje en La Habana”, explica Yadier sobre los inicios del emprendimiento. Y continúa: “Claudia, después que lo pensó mucho, se le ocurrió hacer una agencia de viajes, ya que nos gusta tanto viajar y que estamos enfrentándonos a diario por el trabajo del flamenco con el turismo, y vemos el flujo enorme que hay en Madrid. Así surgió Manana Tour, que empezó pequeñita la idea, pero luego nos dimos cuenta de que podíamos hacer una agencia de viajes y tener muchísimas más opciones. Y no solo enfocarnos en Madrid, sino en toda España y en el mundo. Hacer paquetes, hacer experiencias y ofrecerlos. Y recibir a los cubanos de Cuba, de Miami, o de cualquier parte del mundo, acogerlos aquí en Madrid, en la ciudad, y prepararles experiencias en la península”.
Claudia añade que el propósito de Manana Tour va más allá: “Nosotros siempre decimos, el sueño es ayudar a los cubanos a conocer el mundo. Esa es la cosa global de Manana. Es la intención de romper el imaginario que tenemos en Cuba de que viajar es irte para no regresar, es escapar. Y entender también el viaje como salud, como un regalo, como algo que te mereces. Y ese es el enfoque general. Ya luego, dentro de eso hay muchas ramas, porque nosotros, como cubanos que hemos emigrado, nos interesa mucho que nuestro proyecto ayude a la gente. Entonces, más allá de que viajes, de que te vamos a ayudar a ahorrar tiempo, nuestro enfoque también es que quien llega, que está desamparado, tenga protección a partir de nosotros. Y lo que queremos es crear una comunidad de cubanos donde nos demos apoyo unos a otros”.
A pesar de su emprendimiento, Yadier y Claudia no han dejado de lado su pasión por la actuación. Yadier recientemente participó en la producción de Netflix My Oxford Year, junto a la actriz Sofía Carson (entre otros reconocidos acortes internacionales), una experiencia que describe como enriquecedora: “Fue una experiencia muy buena. Fue en Londres y bueno, fue una producción de estas ‘a lo bestia’. Realmente, una gran producción. Sofía Carson es la protagonista y productora también de la película. Es un ser humano maravilloso. Yo hago de su padre. Tengo tres secuencias. Una participación bastante pequeña, pero la experiencia es sagrada. Ya el rodaje terminó y estará en postproducción. Creo que no se estrenará hasta el próximo año”, detalla.
Además, estará en el Festival de Cádiz el 15 de octubre próximo con la obra Discurso de Agradecimiento, dirigida por Carlos Celdrán.
Un mensaje para los cubanos
Para finalizar, ambos actores enviaron un mensaje a los cubanos dentro y fuera de la Isla. Yadier expresó: “Que sepan que no estamos desconectados, que no hemos desaparecido, que les seguimos queriendo, y que todo proyecto que venga para regalarles a ellos será bienvenido. Agradecemos mucho a toda la gente que nos da su amor, que nos sigue, que nos ayuda, que nos apoya. Estamos muy agradecidos de los que nos apoyaron cuando estábamos actuando, y ahora cuando estamos con este proyecto”.
Por su parte, Claudia dijo: “Yo pienso que tu grandeza siempre está en la cantidad de personas que creen en ti y la cantidad de personas que se alegran por ti. Entonces, la poca grandeza que tengamos o la cantidad que tengamos, al final está en ustedes, en la gente que nos ve”.
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