Voleibol “de playa” en Trinidad, sin playa para entrenar


Foto: Manuel Lagunilla | Escambray

Texto: Fede Gayardo

El voleibol de playa en Trinidad no cuenta con un terreno de arena, por lo que los niños que lo practican realizan sus entrenamientos sobre el cemento, según confirmó su entrenador al periódico estatal Escambray.

Según la nota, en la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE) “Lino Salabarría Pupo”, de Trinidad, no se practica la disciplina por falta de terreno con arena, a pesar de contar con playas cercanas.

El entrenador Omar Enrique Mainegra Ciscal mantiene entre sus aspiraciones el contar con un terreno de voleibol de playa a un costado del estadio Rolando Rodríguez.

“Si entrenan en cemento y compiten en arena los estamos engañando. Necesitamos una cancha de arena y esa es la razón por la que muchos de nuestros niños no sienten motivación por la práctica del voleibol de playa”, comentó Mainegra.

El texto reseña que el docente entrena a ocho niños, algunos de ellos de 11-12 años y otros en la categoría 13-15 años. “No lo practican porque no lo conocen, no tienen instalaciones, no han visto nada sobre el voleibol de playa. Aquí ya no se organiza un evento, no hay visión de lo que es la práctica de ese deporte”, agregó.

Más adelante relata que en ocasiones han tenido que acudir caminando hasta la playa La Boca, a 7 kilómetros de Trinidad. No obstante, insistió Mainegra, ello constituye un riesgo para los niños pues podrían accidentarse y también representa un gasto económico para los padres: “Lo ideal sería una cancha en la ciudad, como en el mundo entero”.

El medio estatal confirmó que los niños entrenan hasta dos veces al mes en la arena, gracias a que el entrenador los traslada a la playa, un viaje que paga con su salario.

“Cuando hemos ido, siempre he pagado yo de mi salario la transportación de los niños. Incluso a los padres cuando les hablas de transportación les es muy difícil y a veces no pueden ir porque no cuentan con dinero para poder viajar”, dijo.

Mainegra señaló que la construcción de un terreno en la ciudad no supondría una inversión grande: “Lo principal es trasladar la arena, que va a ser tomada desde el lado opuesto a la costa, con una carretera de por medio. Esto ya está incluso coordinado con el Citma en el municipio y no afecta para nada el medio ambiente”.

A pesar del poco esfuerzo que esto significa, los niños de Trinidad se mantienen jugando sobre el asfalto, pero esta situación influye negativamente en la adaptación al voleibol de playa, pues los desplazamientos son más rápidos y se acomodan a esa velocidad.

“También hay que tener en cuenta que no todos los terrenos son iguales, algunos son un poco más duros y consistentes; pero, en general, es muy difícil que un jugador que entrena todo el año en el cemento se adapte luego a las características de la arena, que es más densa y se hunde con facilidad”, destacó Mainegra.





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