Todo iba muy bien en Barcelona… hasta que llegó la Champions League



Este jueves concluyó la primera jornada de la renovada UEFA Champions League 2024-2025 dejando un gran abanico de resultados que se mueven desde lo esperado hasta lo más descabellado, pasando por decepciones y alegrías a partes iguales.

La gran mayoría de los “gigantes europeos” resolvieron sus partidos con relativa facilidad. Bayern, Real Madrid, PSG, Liverpool, Atlético, Juventus e incluso el Bayer Leverkusen sacaron sus primeros tres puntos para arrancar con buen pie esta competición. Sin embargo, tanto el empate del Manchester City como la derrota del Barcelona de Hansi Flick, resultaron ser notas disonantes entre los equipos que siempre son considerados como favoritos a levantar el trofeo.

El empate del Manchester City, aunque inesperado, puede justificarse por el gran nivel que mostró un grandísimo equipo como el Inter Milan que les plantó cara en el Etihad Stadium y sacó un punto de oro, pero lo del Barcelona bien vale la pena analizarlo un poquito más.

El conjunto azulgrana llegaba al principado de Mónaco con un paso imparable luego de las primeras cinco jornadas de La Liga siendo, con diferencia, el mejor equipo de España. Habían ganado con autoridad todos sus compromisos liderando la tabla de posiciones y sumando 15 puntos de 15 posibles, creando una expectación enorme en sus seguidores de cara a este primero encuentro de la Liga de Campeones.

Debo decir que la expulsión temprana de Eric García, tras un grave error de Marc-André Ter Stegen, claramente condicionó el partido para los muchachos de Hansi Flick, que lograron plantar cara con un hombre de menos durante casi todo el encuentro hasta que el Mónaco anotó el gol de la victoria definitiva sobre el minuto 70. La cuestión en sí misma no es el resultado o el desarrollo del juego de un equipo que estuvo en desventaja casi el partido completo, la cuestión es que el error de un portero de primer nivel y la expulsión del jugador del Barça llegan precisamente en la competición donde no deberían suceder estas cosas.

El Barcelona sigue sufriendo en la Champions League, es algo que se ha impregnado en el equipo catalán y que lleva varias temporadas haciendo mella en la moral de la institución y en la de su afición.

Con cada nuevo proyecto se renuevan las esperanzas de llegar, por lo menos, a las instancias finales del torneo más importante a nivel de clubes, un objetivo que debería ser perfectamente posible para un equipo del nivel, la historia y el prestigio del Fútbol Club Barcelona, y lamentablemente no ha sido así durante todos estos años.

Quiero pensar que la derrota en Mónaco solo fue un tropiezo desencadenado por las circunstancias desfavorables del partido para el Barça y que pasarán página rápidamente para concentrarse en ganar los compromisos restantes y lograr la clasificación a la ronda definitiva de la competición.

Lo que no puede pasar es que el conformismo de luchar por los títulos nacionales aleje a un club como el Barcelona de su principal objetivo que tiene que ser ganar la Champions League, o en su defecto, competir hasta las fases finales.

Estoy seguro de que este proyecto de Hansi Flick tiene todo lo necesario para lograr dicho objetivo y de que veremos a Lamine Yamal y compañía clasificar sin problemas en esta fase de liga, para luego seguir avanzando en el durísimo organigrama de la Liga de Campeones de la UEFA 2024-2025.



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