Sunrise Airways relanzó el vuelo Haití-Miami en medio de la violencia


Motociclistas circulan alrededor de un cuerpo carbonizado que yace en la carretera mientras los peatones pasan en el vecindario de Petion-Ville, en Puerto Príncipe, Haití, el miércoles 20 de marzo de 2024.

Motociclistas circulan alrededor de un cuerpo carbonizado que yace en la carretera mientras los peatones pasan en el vecindario de Petion-Ville, en Puerto Príncipe, Haití, el miércoles 20 de marzo de 2024.

AP

Los titulares de la tarjeta verde estadounidense, los nacionales haitianos y otras personas con documentos de viaje en regla que hasta ahora no han podido salir de un Haití devastado por la violencia tendrán por fin la oportunidad de hacerlo, pero solo si pueden llegar con seguridad a Cap-Haïtien, la ciudad situada al norte de Puerto Príncipe.

La aerolínea haitiana Sunrise Airways, que inició sus vuelos al aeropuerto internacional de Miami en octubre, anunció que operará vuelos tres días a la semana desde el Aeropuerto Internacional Hugo Chávez (CAP) de Cap-Haïtien a Miami a partir del lunes. Por el momento, la aerolínea confirmó un vuelo al Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) para el lunes, miércoles y viernes, dijo la portavoz Stéphanie Armand. La compañía también lanzará, a partir del lunes, un servicio de vuelos diarios entre las ciudades de Les Cayes, en el sur de Haití, y Cap-Haïtien.

Antes de que la violencia obligara a cancelar los vuelos nacionales e internacionales en Haití, Sunrise Airways operaba vuelos nacionales diarios en todo el país; también operaba vuelos entre MIA y el Aeropuerto Internacional Toussaint Louverture (PAP) de Puerto Príncipe los lunes, miércoles, viernes y domingos y entre Miami y Cap-Haïtien los domingos, martes, jueves y viernes.

Cap-Haïtien, la segunda ciudad más grande de Haití, se ha mantenido relativamente tranquila en comparación con Puerto Príncipe, en donde un frente unido de líderes de pandillas fuertemente armados sigue dirigiendo violentos ataques contra vecindarios, comisarías de policía y otras instalaciones gubernamentales clave, dejando atrapados a unos tres millones de personas.

El vuelo con destino a Miami está “totalmente abierto a la venta para cualquier pasajero con el documento de viaje requerido”, dijo Armand. Los boletos pueden reservarse en sunriseairways.net, dijo. Una comprobación hecha por Miami Herald mostró que había boletos disponibles por $948.99 para el lunes y por $979 el miércoles y el viernes, pero solo de ida.

El portal digital incluye un aviso para los pasajeros de la aerolínea que tenían un boleto, pero que se quedaron tirados después de que la aerolínea y las compañías aéreas con sede en Estados Unidos cancelaran los vuelos comerciales hacia y desde Haití a principios de este mes, cuando pandillas armadas atacaron el aeropuerto internacional de Puerto Príncipe. Los ataques también llevaron a Sunrise Airways a cancelar todos sus servicios nacionales después de que tres de sus aviones fueran alcanzados por balas.

Las aerolíneas estadounidenses American Airlines, JetBlue Airways y Spirit Airlines no vuelan a Haití desde el 4 de marzo, en medio de los intentos de grupos armados de tomar PAP de la capital. Las cancelaciones han dejado a los pasajeros con destino a Estados Unidos y a otras personas que intentan escapar de la violencia con pocas opciones, ya que los grupos armados siguen tomando gran parte de la capital.

Aunque la conexión con el vuelo de Sunrise Airways sigue obligando a las personas atrapadas en Puerto Príncipe a volar en helicóptero hasta Cabo Haitiano —o arriesgarse a viajar por carreteras controladas por las pandillas para llegar a la ciudad del norte—, se trata de una opción que hasta ahora no existía para la mayoría de la población de Haití.

El gobierno estadounidense operó su primer vuelo de evacuación de Haití el pasado domingo, usando el aeropuerto internacional de Cap-Haïtien. Esta semana, el Departamento de Estado de Estados Unidos (DOS) también empezó a fletar vuelos en helicóptero para transportar a ciudadanos estadounidenses desde Puerto Príncipe a Santo Domingo, en la vecina República Dominicana.

Los vuelos del gobierno estadounidense, que requieren que los pasajeros firmen un pagaré por el viaje, solo están abiertos a ciudadanos estadounidenses. Esto ha dejado a los titulares de tarjetas de residencia permanente estadounidenses, coloquialmente conocidas como tarjetas verdes, con pocas opciones para salir de Haití. Las autoridades dominicanas no permiten entrar en su país a personas con pasaporte haitiano.

La reanudación de los vuelos internacionales desde Cap-Haïtien se produce mientras la violencia de las pandillas sigue asolando Puerto Príncipe y se sigue ultimando un plan negociado por la Comunidad del Caribe y Estados Unidos para establecer un concejo presidencial de transición.

A última hora del viernes, los nueve representantes nombrados para el panel recibieron instrucciones de los líderes caribeños para decidir entre ellos la composición final del concejo —si el panel tendrá nueve miembros con derecho a voto o siete con dos observadores sin derecho a voto— y cómo piensan elegir a un presidente y un primer ministro que sustituyan al líder saliente Ariel Henry. Henry, quien regresaba a Haití después de cerrar un acuerdo con Kenia para el despliegue de una fuerza de seguridad multinacional cuando se produjo la escalada de violencia, dijo que se hará a un lado una vez que se haya instalado el concejo. Presionado tanto por Washington como por la Comunidad del Caribe para que dimita, como reportaron en primer lugar Miami Herald y McClatchy, Henry permanece en Puerto Rico, fuera de Haití.

En los últimos días, grupos armados han saqueado comercios y viviendas particulares y han lanzado asaltos contra los principales puertos y aeropuertos de la capital, lo que ha llevado a varias embajadas y a Naciones Unidas a evacuar al personal no esencial; además de paralizar todas las actividades en la capital, la violencia está empujando a más personas a irse y desencadenó una nueva crisis humanitaria.

También está poniendo a prueba la determinación de la escasa dotación de la Policía Nacional de Haití (PNH), que sigue viendo cómo sus comisarías son blanco de pistoleros armados. A pesar de ello, la policía reportó que unidades especializadas mataron al menos a cuatro líderes de pandillas esta semana.

El sábado, los grupos armados volvieron a lanzar ataques simultáneos en varios vecindarios, en un esfuerzo por estirar las fuerzas policiales y alejarlas de objetivos protegidos como el Palacio Nacional.

Los habitantes de varios vecindarios reportaron que se despertaron a las 5 de a.m. con ráfagas de disparos automáticos cuando miembros de pandillas intentaron tomar una base de la unidad especializada de la policía de fronteras en Fuerte Nacional, frente al Palacio Nacional. Otro grupo atacó una subestación de policía y otra base especializada en el suburbio de Tabarre, en donde se encuentra la embajada de Estados Unidos. En ambos casos, la policía repelió con éxito los ataques, matando a varios miembros de las pandillas, según una fuente policial.

Más de 33,000 personas han huido

La intensificación de los ataques armados en la capital ha llevado a más de 33,000 personas a buscar refugio en las provincias, arriesgándose a pasar por zonas controladas por las pandillas como la comunidad de Martissant, al sur de la capital. Desde 2019, la ciudad está controlada por pandillas que secuestran a los viajeros para pedir rescate.

La Organización Internacional para las Migraciones (IOM) de la ONU dijo en un nuevo reporte que una gran mayoría de los que abandonaron la capital citaron la violencia en el área metropolitana de Puerto Príncipe como la razón por la que se fueron y dijeron que habían sido desplazados de sus hogares incluso antes de los últimos ataques.

La mayoría de los que huyeron se dirigieron a las ciudades de Léogâne, Les Cayes y Jérémie, en la región meridional de Haití, que, aunque más tranquila, sigue recuperándose del devastador terremoto de 2021, ocurrido cinco semanas después del asesinato del presidente del país Jovenel Moïse.

“Cabe señalar que esta región ya alberga a más de 116,000 personas que en su gran mayoría habían huido” del área metropolitana de Puerto Príncipe en los últimos meses, indicó la agencia de la ONU.

La agencia de migración subrayó que las provincias “no cuentan con infraestructuras suficientes y las comunidades de acogida no disponen de recursos suficientes que les permitan enfrentar estos flujos masivos de desplazados procedentes de la capital”.

Mientras tanto, la violencia sigue interrumpiendo el flujo de ayuda. El Programa Mundial de Alimentos (WFP), que esta semana tuvo que interrumpir algunas entregas de alimentos a las comunidades desplazadas de la capital por falta de fondos, reportó que no había podido entregar alimentos a 18,000 personas debido a los bloqueos de carreteras y a los intensos tiroteos.

Una red de alerta de seguridad ciudadana en la plataforma de redes sociales WhatApp, que suele advertir a los haitianos sobre vecindarios o rutas que deben evitar en la capital debido a la logística o la violencia, incluye ahora alertas sobre cadáveres en la calzada. A primera hora de la mañana del sábado, la plataforma reportó al menos ocho cadáveres en las carreteras.



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