HOLGUÍN, Cuba. – A Jorge, que así prefirió identificarse, le pareció extraño que la pasada semana dos inspectores en diferentes días le pidieran sus documentos de cuentapropista. “Eso no es habitual. Sentí miedo de que prohibieran el paquete semanal y que me impidieran seguir copiando [audiovisuales en] memorias USB”, dice a CubaNet.
Jorge apunta que varios de sus colegas también fueron visitados sorpresivamente por inspectores que hicieron comentarios amenazantes.
En el reparto Luz, de Holguín, otro emprendedor que ejerce el mismo oficio y cuya identidad también pidió mantener en el anonimato por temor a represalias, relata que una inspectora revisó minuciosamente los documentos que lo acreditan como cuentapropista. “Vio que todo estaba bien y que había pagado la patente y los impuestos, y antes de irse me dijo que a los copiadores de memoria nos quedaba poco tiempo de trabajo”.
El temor de que el llamada Paquete Semanal sea eliminado surge de la entrada en vigor del Decreto 107/2024 que amplía la lista de actividades prohibidas para micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), cooperativas no agropecuarias y trabajadores por cuenta propia.
En su artículo 61, esta normativa proscribe la distribución de productos cinematográficos a través de soportes informáticos.
“No me sorprende, porque son tantas las arbitrariedades del Gobierno… Que prohíban el Paquete Semanal es una más de ellas”, afirma la holguinera Isabel Álvarez.
La avalancha popular de desacuerdo con la presunta prohibición del Paquete obligó al régimen a calmar los ánimos de los cubanos. “Las normas publicadas no impiden que esta actividad se pueda ejercer. Las regulaciones se refieren a la exhibición cinematográfica en un espacio público, y lo que implica la actualización es que no se permite hacerlo en medios digitales a través de soportes informáticos”, explicó a Cubadebate Ernesto Vila González, director del Centro Nacional de Derecho de Autor y del Artista Intérprete.
Distribuido por medio de dispositivos electrónicos, el Paquete ha sido una tabla de salvación para quienes desean escapar de la programación televisiva estatal, a menudo cargada de propaganda ideológica y poco atractiva.
“En estos tiempos de muchos apagones y poca comida, me estreso y cada vez que puedo veo mis novelitas del Paquete para no pensar mucho”, dice Lucia Pineda, quien ha encontrado por este medio una forma de aliviar las tensiones diarias.
Por otro lado, la también holguinera Manuela Rodríguez, quien suele visitar al copiador de memorias USB con frecuencia, comenta: “Si quitan el Paquete, nos aburriremos más”. La entrevistada, que prefiere las teleseries de corta duración, está angustiada por el rumor de que perdería una de sus pocas opciones de distracción.
Para algunos, como Ana Rosa Sánchez, la medida dejaría en ridículo al régimen cubano. “La gente buscará la forma de obtener los videos, puede ser a través de internet u otro medio”, predice la mujer.
Susana Vidal también expresa su desilusión: para ella el Paquete ha sido una de las pocas formas de distracción en una sociedad donde salir a pasear o disfrutar de actividades recreativas es casi imposible. “No puedes salir a pasear porque todo está caro, porque te pueden dar un trastazo para robarte”, dice.
José Manuel Vega, que también critica la programación televisiva oficial, tiene una frustración similar. “En la Televisión Cubana se escucha la misma habladuría de siempre, es lo mismo con lo mismo”, apunta.
“Eso [el Paquete Semanal] no lo pueden eliminar y, si lo eliminan, olvídate, la gente siempre va a seguir grabando memorias. Es mayormente el único entretenimiento que tiene el cubano. Porque tú puedes poner todos los canales de la Televisión Cubana y no dan nada”, concluye Vega.