Revelan prácticas sistemáticas de tortura en prisiones cubanas


Entre enero y el 10 de octubre de 2024 el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas (CDPC) documentó 11 eventos que implican algún tipo de tortura física y golpizas a reclusos cubanos.

Se identificó a un total de 73 víctimas, incluidos 38 presos políticos, informó Diario de Cuba.

Los incidentes con los reos ocurrieron en 38 prisiones de 15 provincias del país y revelan un patrón sistemático de violaciones a los derechos humanos de la población penal.

Los métodos de tortura documentados abarcan una amplia variedad de prácticas físicas y psicológicas. Entre las más recurrentes se encuentran:

  • Técnicas de inmovilización: Los reclusos son esposados con “shakiras” (cadenas que inmovilizan manos y pies) en posiciones dolorosas, como “la crucifixión” o “el potro”, y son sujetados a rejas en posición erguida durante días. Otra variante es “la carretilla”, que consiste en que los guardias esposan a los presos por la espalda y los obligan a caminar con el torso inclinado.
  • Aislamiento prolongado: Las celdas de castigo son utilizadas como método de tortura; en este caso los reclusos son confinados a espacios reducidos, oscuros y húmedos, expuestos a plagas de ratas y cucarachas. Los aislamientos pueden extenderse hasta tres meses, incumpliendo los estándares internacionales.
  • Tortura psicológica: Se reportan prácticas como interrogatorios prolongados, manipulación del tiempo y espacio, y exposición a condiciones extremas. Un ejemplo documentado incluye cambios bruscos de temperatura y alteración de referencias temporales durante los interrogatorios.
  • Negación de atención médica: Expertos consideran la desatención médica como una forma deliberada de tortura. Se han documentado casos de presos con condiciones especiales que no reciben medicamentos y denuncias sobre “simulaciones médicas”, como inyecciones de agua en lugar de tratamientos.
  • Métodos de intimidación física: Golpizas, exposición prolongada al sol dentro de vehículos policiales y simulacros de ejecución y agresiones delante de otros reclusos.

Los centros penitenciarios con mayor número de denuncias son la Prisión 1580 y Combinado del Este, en La Habana; Boniato, en Santiago de Cuba; Quivicán, en Mayabeque, y Guamajal Hombres, en Villa Clara.

Entre marzo de 2023 y junio de 2024 el CDPC documentó cinco casos de reclusos fallecidos tras recibir golpizas.

Estas prácticas se incrementaron incrementaron a raíz de las protestas de julio de 2021; los manifestantes reportaron torturas durante su detención, incluyendo humillaciones públicas, golpizas y la obligación de gritar consignas políticas.

A pesar de que la Constitución cubana prohíbe explícitamente la tortura, y el Código Penal vigente establece penas de 7 a 20 años para los funcionarios que la practiquen, el abusivo proceder carcelario contradice lo estipulado en medio de la mayor impunidad.

 



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