Dos reclusos murieron en cárceles cubanas el pasado mes de agosto por atención médica negligente, reportó en su último informe el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas (CDPC).
Se trata de los presos Luis Franklin Ruiz, en prisión Kilo 7, de la ciudad de Camagüey; y Mario Benítez, en la cárcel 1580, de La Habana.
Ruiz sufrió un infarto y el 22 de agosto lo llevaron a un hospital; sin embargo, cuatro días después fue devuelto al penal, donde murió.
Por su parte, Benítez, de 55 años de edad fue conducido con mucha fiebre un día hasta el puesto médico, donde quedó a expensas de ser trasladado a un hospital, dada la gravedad del caso, pero no sucedió.
Horas después murió sin ser atendido, denunció el activista Librado Linares en redes sociales.
La ONG también manifestó preocupación por denuncias sobre epidemias como el dengue, tuberculosis, varicela y otras que no son correctamente diagnosticadas y provocan a los prisioneros fiebre, vómitos, dolores de cabeza y desmayos.
En todos los casos, la ausencia de medicamentos es una constante, añade el reporte.
La organización registró además 103 eventos relacionados con personas privadas de libertad, de los cuales 96 ocurrieron en 35 centros penitenciarios de 13 provincias del país y la Isla de la Juventud. Los otros siete eventos tuvieron lugar en hospitales, instancias del poder judicial y sedes de la Seguridad del Estado.