El régimen cubano suspendió las actividades administrativas no imprescindibles y docentes de los días 21, 22 y 23 de octubre debido al paso de huracán Oscar y a la compleja situación energética en el país.
Una nota oficial, publicada en Cubadebate detalla que: “Los trabajadores que se encuentran movilizados ante estas circunstancias reciben el pago de su salario promedio y los que en razón de dicha suspensión no asisten al trabajo, reciben el pago de una garantía salarial equivalente al salario escala del cargo que ocupan”.
El pasado viernes 18 de octubre ocurrió una desconexión total del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) tras la salida de operaciones de la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras.
Gran parte de país aún permanece sin electricidad.
De acuerdo con la información de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE), el servicio ha sido restablecido en una docena de circuitos en La Habana y se trabaja en crear “islas” eléctricas en las provincias de Matanzas, Cienfuegos y Villa Clara.
Otras consecuencias de la crisis energética son la no recolección de basura, un problema que afecta a los cubanos desde hace meses; la falta de agua potable y la desconexión de los sistemas de pago electrónico.
A la grave situación energética se suma el paso de Oscar. Según el Centro de Huracanes de Miami (NHC), la tormenta tropical sigue afectando el oriente cubano, especialmente las provincias de Guantánamo y Holguín.
Se reportan fuertes lluvias y vientos y alta probabilidad de inundaciones. El Instituto de Meteorología de Cuba (Insmet) advierte sobre la posibilidad de acumulados de precipitaciones entre 100 y 200 milímetros en la región oriental.
Esta crítica situación ha generado protestas en varias ciudades. Durante la noche del sábado y la madrugada del domingo se reportaron cacerolazos y manifestaciones pacíficas, principalmente en las provincias de Santiago de Cuba y La Habana.
El dictador Migue Díaz-Canel amenazó a quienes se manifiesten en Cuba.