El sacerdote católico Leandro NaunHung sigue compartiendo en redes sociales recetas de supervivencia que considera esenciales en estos tiempos de crisis, a pesar de las críticas de algunas personas.
NaunHung, al publicar en Facebook la receta de espaguetis con verdolaga y espinacas, compartió una reflexión: “No le temo a las críticas, solo me preocupa el olvido”.
Sobre esto, agregó: “En los 90, durante el ‘período especial’, la gente sobrevivió comiendo lo ‘inimaginable’, pero ya lo han olvidado”.
Y sobre la actual crisis económica, dijo: “Al menos los que sobrevivan a esta hambruna recordarán lo que tuvimos que comer”.
En el video compartido por NaunHung, se puede ver a una mujer preparando unos espaguetis que, además de verdolaga y espinaca, están aderezados con bejuco de boniato y bledo.
Primero lavó bien las hojas, luego las sofrió en aceite y agregó sobres de condimentos. Por separado, cocinó los espaguetis hasta ablandarlos, y una vez listos, los mezcló con el sofrito.
Por último, el sacerdote NaunHung, quien disfruta ayudar en la cocina y también compartir la comida con los feligreses, ralló un poco de queso por encima, antes de repartir los platos con algunos niños y jóvenes.
Desde sus redes sociales, el sacerdote expone la realidad invisibilizada de las comunidades rurales de Santiago de Cuba, y también comparte historias que ayudan a resistir la profunda crisis económica que enfrentan las personas de bajos recursos.
Recientemente, el padre compartió la historia de una madre que utiliza hojas de verdolaga para cocinar como un método de supervivencia.
En otro video, él mismo enseñó a preparar una versión criolla del sampa, un alimento de larga duración que recomendó como una solución práctica ante la crisis económica y alimentaria que enfrenta el país.
NaunHung explicó en Facebook que el sampa (o tsampa) es “una comida a base de granos y semillas tostados, llena de energía para tiempos de crisis”.
Por último, durante una visita a la comunidad rural Firmeza, en las montañas de Santiago de Cuba, el NaunHung, elaboró con los lugareños una receta con ingredientes poco conocidos en la isla, pero muy consumidos en otras culturas, como el nopal y la flor de plátano. Hicieron un gran almuerzo para todos los vecinos.