SAN LUIS POTOSÍ, México.- La tarde de este martes murió a sus 85 años el general de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín, viceministro primero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y uno de los hombres de confianza de la cúpula castrista.
La noticia fue confirmada por el diario oficialista Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC). La nota reveló que el deceso se produjo “de manera repentina”.
El medio oficialista no dejó de destacar que Espinosa Martín fue miembro del Buró Político del Comité Central del PCC y diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular. También ostentaba un reconocimiento como Héroe de la República de Cuba y del Trabajo, y, según la prensa, “acumuló una brillante hoja de servicios a la Patria y a las FAR”.
El cadáver del represor Espinosa será cremado, y sus cenizas depositadas en la sala “Granma” del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, según indicó el texto.
Espinosa, uno de los fieles
Hace dos años, el Buró Político del Comité Central (CC) del PCC incluyó entre sus miembros al general Espinosa Martín, cuando tenía 83 años. La promoción violó los estatutos de la propia entidad, que el estableció como límite de edad los 60 años para pertenecer a la organización.
Sin embargo, los integrantes “aprobaron nuevos movimientos de cuadros, a partir de las propuestas presentadas por el miembro del Buró Político del PCC y Secretario de Organización, Roberto Morales Ojeda”.
La promoción a Ramón Espinosa Martín, viceministro primero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), reflejó una vez más que el régimen perpetúa a los mismos -sus fieles- en el poder.
Como parte de sus tareas al servicio del régimen, Espinosa Martín presidió en 1989 el tribunal militar en el que se juzgó a Arnaldo Ochoa, acusado de narcotráfico internacional y fusilado tras juicio sumario.
Los acusados en la Causa No.1 fueron incriminados por un delito contra la paz y el derecho internacional, tipificado como “actos hostiles contra un Estado extranjero”, codificado dentro de los delitos contra la seguridad del Estado.
Otras seis personas del grupo de Ochoa, entre los que se encontraban Patricio de la Guardia o Diocles Torralba fueron condenados a penas de prisión.
De Las Villas a La Habana, la trayectoria del militar
Oriundo de Camajuaní, antigua provincia de Las Villas, el periplo que lo llevaría a ser general inició en 1956, cuando vendía bonos del 26 de Julio a finales de ese año. Según comentó en una entrevista a la prensa del régimen, a través de unos compañeros supo quién era Fidel Castro y qué era el Movimiento 26 de julio.
“Posteriormente, me plantearon recoger y trasladar armas. Realizamos algunos sabotajes: quemamos caña y algunos ómnibus de la ruta Habana-Caibarién. También dejamos seriamente dañados dos puentes”, dijo.
Habiéndose unido a las filas del 26 de Julio, manifestó que su intención era alzarse con el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, al que se incorporó posteriormente.
Como sabía manejar, lo asignaron como chofer en uno de los camiones que llevó para La Habana a su guerrilla. Espinosa siempre cumplió órdenes. Fue enviado después, con el ascenso de Castro al poder, al Regimiento de Infantería, cuyo jefe era el comandante Pinares.
Allí lo nombraron jefe de compaña. Algún tiempo después fue ascendido a primer oficial de una Sección de la Dirección de Operaciones del Estado Mayor General.
También fue enviado a Angola bajo las órdenes de Raúl Castro y llegó a ser el Jefe del Ejército Oriental.
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