“Muchas personas beben sin ser conscientes del riesgo”: las lecciones de Irlanda, el primer país en el que irá etiquetado el alcohol | Salud y bienestar



Irlanda será el primer país de la Unión Europea en estrenar en 2026 un etiquetado que vincule claramente el consumo de alcohol con el cáncer, una medida “prometedora” que reducirá el consumo y tendrá además un efecto arrastre en otros países europeos que se sumarán a la medida si ven que funciona, según aseguran expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un reciente informe.

Las etiquetas de Irlanda publicitarán una evidencia científica -que el alcohol causa cáncer y enfermedades hepáticas- que la industria quiere silenciar porque, tal y como sucedió con el tabaco, es previsible que las ventas decrezcan en el momento en el que suba el conocimiento entre la población. El margen de mejora es amplio: según un estudio publicado en julio, casi la mitad de los europeos desconoce que existe un vínculo entre el consumo de alcohol y la posibilidad de padecer siete tipos de cáncer y solo un 15 % sabe que beber guarda relación con el cáncer de pecho.

“En este momento lo que sabemos es que muchas personas beben sin ser conscientes del riesgo que corren”, cuenta Dasa Kokole, consultora de la Oficina Regional de la OMS en Europa y coautora de ese informe. En el congreso mundial organizado por la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC) en Ginebra, que se celebra estos días y al que asiste EL PAÍS, Kokole atiende a este diario y explica que la legislación irlandesa podría tener un impacto grande en la salud pública europea, porque si otros países ven que lo que ocurre en Irlanda es exitoso, posible y factible de implementar, podrían seguir su ejemplo. “Mi opinión personal es que por eso hubo tanta presión contra la etiqueta irlandesa por parte de la industria del alcohol y los productores, porque sabían que era solo un primer paso”, explica.

Katherine Paradis, también experta en alcohol de la OMS para la región europea, añade que varios estudios desarrollados en Canadá demuestran que “una vez que las personas se exponen a las etiquetas y entienden que el alcohol puede causar cáncer, son significativamente más propensas a apoyar otras políticas sobre el alcohol, por ejemplo medidas impositivas para aumentar los precios o restringir los horarios de compra o la publicidad”.

Por su parte, la presidenta de la Sociedad Irlandesa Contra el Cáncer (Irish Cancer Society), Averil Power, anima a las organizaciones de otros países a preparar el terreno para la acción. “Aquí están los líderes de todo el mundo en materia de cáncer y espero que con la experiencia irlandesa podamos darles confianza de que se puede lograr. Si es posible en Irlanda, es posible en Francia, en Italia y en cualquier otro país productor. Pero creo que es necesario hacer una gran campaña y una gran alianza de grupos sociales y de salud para conseguirlo, porque la reacción negativa que se va a producir por parte de la industria será enorme”, ha explicado, durante el congreso.

Pero hay que empezar a trabajar el camino y el punto de partida en Irlanda también era desfavorable. “Hablamos de un lugar en el que se celebran con alcohol todos los hitos de la vida, desde el nacimiento hasta la muerte. Incluso la marca de alcohol que más se asocia a Irlanda tuvo durante mucho tiempo un eslogan que decía ‘Guiness es bueno para ti’, sugiriendo que beber es saludable. Todo esto está instalado en la psique irlandesa”, explica Averil Power. De hecho, a modo de ejemplo, menciona que el 80 % de los irlandeses no sabía que causa cáncer de mama y el 60% que causa cáncer de intestino, según los estudios que realizó el Gobierno.

Averil Power cree que la medida se aplicó con éxito en su país gracias a tres aspectos cruciales: “El primero fue difundir la evidencia de los daños que causa el alcohol a la salud; el segundo fue el liderazgo político; y el tercero, que hubo una campaña muy fuerte de la sociedad civil. Presionamos a los políticos, pero también les apoyamos cuando se enfrentaron a la resistencia de la industria, y nos aseguramos de que se mantuvieran de nuestro lado”.

En el caso de Irlanda, unas sesenta organizaciones con una gran reputación se unieron en una misma plataforma, la Alianza de Alcohol y Salud. “En la alianza estábamos grupos que representaban desde a profesionales de la medicina hasta los intereses de los niños y de los jóvenes. Cada una de las organizaciones utilizó sus propias redes para conseguir apoyo. Claro que la reacción de la industria fue realmente fuerte, ¿pero qué iba a hacer el Gobierno? ¿De verdad podía ir en contra de las opiniones de 60 de las organizaciones sociales más respetadas del país?”, resume Averil Power.

Otro de las claves del éxito, según la presidenta de la asociación irlandesa, es prepararse para responder a las presiones. “La industria hablará de los beneficios económicos, de la cantidad de ingresos nacionales que provienen del alcohol y del empleo en la producción y distribución. Pero nosotros teníamos pruebas sólidas de que ese valor económico iba en gran parte a parar a las empresas privadas mientras que el costo para la salud pública de los daños relacionados con el alcohol era enorme, de 2.300 millones de euros en servicios de salud, horas de trabajo perdidas, violencia o ingresos hospitalarios”.

El costo económico de las muertes prematuras por cáncer en 2018 se estimó en 52.900 millones de euros en la UE, de los cuales 4.580 millones de euros se atribuyeron a las actividades relacionadas con el alcohol.

Además, se calcula que el consumo de alcohol causa 111.300 nuevos casos de cáncer en la UE (el 4,1% de todos los nuevos casos). La mayoría de los cánceres provocados por el alcohol en la UE eran del colon o recto (36.900 casos), seguido de mama (24.200 casos), y cavidad oral (12.400 casos).

Por el momento, la Comisión Europea no ha tomado una decisión sobre cómo incluir las advertencias en las bebidas. En 2017, invitó a la industria a hacer un ejercicio de transparencia para incluir la información voluntariamente, pero el sector no ha cumplido su propio compromiso.

En cualquier caso, al margen de lo que decida la Comisión, las expertas de la OMS tratan de dar apoyo a los Estados en sus estrategias contra el alcohol. Según comenta Dasa Kokole, la inacción no solo se explica por los condicionantes comerciales. “A veces, simplemente hay pocas personas trabajando en salud y están infrafinanciadas y con pocos recursos, así que no tienen espacio o capacidad para priorizar el alcohol”, explica.

De todos modos, apunta la experta de la OMS, las soluciones para mantenerse informado van mucho más allá del etiquetado. “A veces algunos médicos olvidan mencionar el alcohol al referirse a los riesgos del cáncer. Eso es también una razón importante por la que actualmente hay poca concienciación. Hay lagunas en muchos lugares”, expone.

En España, el Ministerio de Sanidad trabaja en la prohibición de cualquier forma directa, indirecta o encubierta de publicidad de bebidas alcohólicas o productos que simulen serlo dirigida a personas menores de edad, entre otras medidas destinadas a reducir su consumo entre esa población. “Los menores de edad son una puerta de entrada, porque todo el mundo quiere protegerlos de los peligros y los daños”, dice Dasa Kokole.

El Congreso Mundial del Cáncer, que se celebra del 17 al 19 de septiembre en Ginebra, ha hecho hincapié en la necesidad de actuar contra el consumo del alcohol. “Sabemos que el cáncer se reduciría si actuáramos contra el tabaco, el alcohol, el ejercicio y la nutrición. Tenemos la información y la evidencia y ahora necesitamos compromisos”, asegura Jeff Dunn, el presidente de la UICC, que recuerda que el alcohol representa más del 4% de todos los nuevos casos de cáncer en todo el mundo.



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