Una madre cubana y su hijo, aquejado de trastornos psiquiátricos, se encuentran durmiendo en la calle, ante la indolencia de las autoridades que no han actuado diligentemente ante el derrumbe de su vivienda en el municipio capitalino de Regla.
Así lo denunció este jueves en sus redes sociales Midiala Ortiz Azcuy, relatando los hechos que le han llevado a tomar tan dolorosa decisión, después de tocar a las puertas de varias autoridades locales en busca de una solución.
Ante la indiferencia de las mismas, la madre y su hijo tomaron la decisión de dormir en la calle, eligiendo para ello los portales del Cine-Teatro Regla, una edificación próxima a la sede del gobierno municipal de Regla, ubicada frente al Parque Guaicanamar.
Acorde al relato de Ortiz Azcuy, su madre recibió una autorización en 2013 para edificar su vivienda y fue beneficiada con un subsidio municipal para ello. “Con aquel famoso subsidio, se empezaron a comprar los materiales. En el 2017 se pudo hacer la zapata y poner los bloques alrededor de toda la vivienda”, explicó la afectada.
Sin embargo, “el techo nunca llegó porque bajó una orden, [indicando] que ya los subsidios no se daban [para la construcción de] techos”.
“En 2023 dolorosamente fallece mi mamá y en mayo del año actual se me cae el techo de la casa, que era de madera, y mala”, explicó la mujer, indicando que acudió de inmediato a la dirección municipal de Vivienda para ponerles al tanto de su situación.
Lejos de atender a su caso, la directora le explicó que tenía que “anular el subsidio porque estaba a nombre de mi mamá”. Tras varios encuentros sin respuesta de la directora de Vivienda, esta le informó que su caso debía ser tramitado a través del Consejo de la Administración Municipal (CAM).
Días después, Ortiz Azcuy obtuvo respuesta de esta dependencia municipal, comunicándole que su vivienda había sido admitida como beneficiaria del plan de construcción de 2024. Sin embargo, a falta de tres meses para finalizar el año, la madre no ha recibido respuesta alguna sobre su caso, ni subsidio alguno para la instalación de un nuevo tejado en su casa.
“Me quedé en la calle. [Por suerte], unas amistades me tuvieron en su casa durante cuatro meses; pero actualmente estoy de nuevo en la calle con mi hijo Jefferson, que tiene problemas siquiátricos. Ayer tuvimos que dormir en la calle porque no tenemos donde estar. Es un momento duro de mi vida”, dijo la damnificada.
Asimismo, explicó que el viernes se dirigiría al comité municipal del Partido Comunista de Cuba, “citada por el compañero Osmany, vice intendente de construcción” para gestionar el envío de “un técnico de la vivienda a evaluar mi casa, para ver en qué condiciones estaba la vivienda”.
Imágenes compartidas por la denunciante en su publicación permiten apreciar el derrumbe del techo de su vivienda, hecho de maderas no apropiadas para esa estructura.
“Pero la situación es que sigo en la calle con mi hijo y ninguna solución. Por favor, compartan para ver si resuelvo mi problema”, imploró la madre, desesperada por encontrar una solución que les evite la penosa situación de desamparo que enfrenta en estos momentos.
En el Censo de Población y Viviendas del año 2012, el último que se hizo en Cuba, se contabilizaron más de 1,100 personas que vivían en las calles. En el 2015, esa cifra aumentó hasta los 1,261, atendiendo a los datos aportados por el órgano oficial del sindicato CTC.
En abril, el régimen admitió que el número de mendigos en la isla se había triplicado. Según el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), en Cuba se habían registrado 3,690 personas deambulantes entre el año 2014 y el 2023, siempre según datos de organismos oficialistas.
Por las mismas fechas, el opositor cubano Silverio Portal grabó a un adolescente en situación de calle en La Habana. En un video compartido en su muro de Facebook, el ex preso político, mostró la triste imagen de un adolescente durmiendo a plena luz del día encima de unos cartones, en una zona céntrica, rodeada de edificios y de un parque.
A comienzos de año, jóvenes cubanos residentes en la provincia de Ciego de Ávila protagonizaron una noble acción al entregar comida a personas en situación de calle, que se mostraron agradecidas con un gesto que se vuelve cada día más frecuente en Cuba.