Qu tiene que hacer un director de cine para ser considerado como tal? En la definicin clsica de Robert Bresson basta con cumplir el precepto en apariencia sencillo de hacer visible lo que, sin la aportacin del citado director, nunca se habra visto. Sin duda, una mxima clara y precisa, pero difcil de cumplir en un mundo, el nuestro, tambin por definicin, transparente y habitado por ms pantallas que ojos. Sin embargo, y ms all de la abstraccin bressoniana un director de cine es alguien que parece director cine. Con todo lo que eso significa. Tiene que ser, preferiblemente, hombre de edad, preferiblemente, avanzada (es ya ms de un siglo el tiempo que acumula el invento), prodigarse poco en las fiestas, tener claro (y decirlo mucho) que el cine est en crisis y, por supuesto, repetir en las entrevistas la palabra yo no juzgo a mis personajes (aunque esto vale tambin para los actores). Pero un momento, y entonces, qu hacemos con los javis? No solo son millennials (y, por tanto, ms o menos jvenes) sino que adems son gays, con fama fiesteros y, a la que se descuida el entrevistador, se muestran convencidos de que el cine vive su mejor momento (por lo menos en lo que ellos respecta).
Son entonces Javier Ambrossi y Javier Calvo, por orden alfabtico, directores de cine? Que respondan ellos. Me niego a tener que ser de una determinada manera para que ser considerado un director de cine. Lo que no tiene sentido es que me pase la vida contando historias sobre gente acosada por los prejuicios, como lo he estado yo mismo en mi vida, y que luego acabe por plegarme a esos mismos prejuicios y hasta reproducirlos, dice Javier Ambrossi desde el hotel de San Sebastin pegado al Teatro Victoria Eugenia donde en el marco del festival de cine, que no de gastronoma, acaba de presentar la serie La Mesas. A su lado, su pareja, amigo y codirector Javier Calvo le da la razn y desliza una nueva idea: Somos conscientes de que hemos llegado donde lo hemos hecho sin hacer concesiones a lo que somos y a lo que queremos ser. Pero tambin sabemos que es gracias a ello, a nuestra imagen pblica, que hemos podido hacer una serie gigante de autor como sta. El conflicto es que, de momento, para seguir haciendo lo que queremos hacer tenemos que salir en la tele, prodigarnos, ser personajes pblicos… Pero a largo plazo, el objetivo es desaparecer y no necesitar de todo eso. Y una ms, tambin de Calvo: Ser lo que somos, nos da una independencia que nos permite no prostituir nuestro arte. Estamos cansados de ver a directores obligados a dirigir mierda y series en las que no creen. Por qu renunciar entonces al folclore de los javis si a cambio pueden dejar de ser precisamente los javis para siempre? El conflicto dialctico deber de ser esto.
Lo cierto es que los directores de La llamada (sea en versin musical o cinematogrfica) y de las series Paquita Salas y Veneno han dado con su ltimo trabajo, y desde cualquier punto de vista, un salto hacia adelante y no necesariamente hacia el abismo. La Mesas es otra cosa. Mucho mayor (son siete captulos de ms de una hora cada uno), mucho ms pensada y articulada (la serie quiebra uno a uno todos los lugares comunes que arrastraban como pareja creativa hasta la fecha), igual de personal y, por todo ello y por resumir, mucho ms de directores de cine. Y, en efecto, uno y otro, el otro y uno, defienden su trabajo con la pasin que da verse y sentirse diferentes. Como siempre, pero en otro lado y mucho mejor. O ms alto incluso.
Tengo claro, dice Ambrossi, que hemos hecho la serie ms LGTBI de todas. Pero si te paras a mirarla no hay, como tales, personajes LGTBI como los haba en nuestros trabajos anteriores. La Mesas habla de crecer encerrado, de la culpabilidad, de la manipulacin, de esa cosa sistmica de ser siempre sealado con el dedo… Pero lo hace desde una posicin diferente, mucho ms elptica, ms universal… Con el tiempo hemos descubierto que la manera correcta de hacer cine reivindicativo y, por tanto, poltico es haciendo buen cine. Calvo, como no poda de otra manera, le da la razn: Al montar el captulo seis lo vi claro de repente. La serie entera trata de irse de casa. Y de descubrir que es el arte o el cine los que te salvan. Qu es Cantando bajo la lluvia si no? S, es un musical, pero es la historia de un grupo de gente que se cura cantando en mitad de la tragedia.
- Y reconocen en su vida un viaje similar?
- (Ambrossi). Por supuesto, yo tuve que irme de casa y hacer todo un viaje de desarraigo para luego completar el trayecto de vuelta. Aunque muchas veces, ese regreso es imposible porque tus padres ya no estn o porque tu mundo de la infancia ha desaparecido. Y lo llamo viaje de desarraigo porque siempre tienes como persona gay la recriminacin de que todo lo que haces est mal.
(Calvo). Recuerdo que cuando estaba en casa vea las pelculas que alquilaba en el vdeoclub de gente como Almodvar o de temtica LGTBI. Y era entonces cuando me daba cuenta de que haba un mundo ah fuera que te invitaba a irte. Era el cine el que te indicaba el camino y el cine el que al final nos ha salvado.
Para situarnos, La Mesas cuenta en formato panormico e intergeneracional la historia de una liberacin. O muchas. Pero tambin de una familia. Un hombre descubre un buen da un vdeo viral, grimoso e hipntico hasta el desmayo de un grupo de msica de pop cristiano. Atentos a las composiciones (cosas de Hidrogenesse) y al pastiche visual. Desde ah, el personaje de Roger Casamajor iniciar un periplo al fondo de su propia familia y de su ms ntima angustia. Las que cantan son, en efecto, sus hermanas. Lo que sigue es la historia de una madre (a la que dan vida, por orden, Ana Rujas, Lola Dueas y Carmen Machi), un padre (siempre Albert Pla), unas hijas (una de ellas una muy solvente Amaia Romero) y dos hermanos ms (Macarena Garca y el citado Casamajor) encerrados, todos juntos o por separado, en una obsesin. Las que cantan quieren redimir al mundo con su msica y los dems slo aspiran a salvarse de la manera que sea. Es una historia de fanatismo religioso y de extraterrestres; de espiritualidad y desesperacin; tan exageradamente cmica que se dira infinitamente triste. Es una serie, s, pero, a su manera se las arregla para ser una antiserie. Es, se mire desde donde se mire, cine. A ver si Ambrossi y Calvo no va a ser, pese a todo y todos, directores de cine.
La serie insiste en los grandes temas que han presidido el hacer y la corta filmografa de la pareja. Pero ms y mejor. Y en primer lugar, la religin. Toda ella. Cuenta Calvo que, en verdad, para l lo importante es la creencia. La religin es la fe en lo desconocido. Hablo tanto de espiritualidad y de fe porque no tengo ninguna y me aterra el hecho de no tener nada a lo que agarrarme. Y sigue: Tenemos un miedo atroz a morir y desearamos tener la espiritualidad que no tenemos. Ambrossi, por su parte, aade que lo que le interesa sobre todo es la religin como perfomance. De la misma manera que nosotros hacemos la del cine, otros creen en la religin como un teatro, como un representacin, en la que un gur o el mismo papa o un sacerdote sigue un ritual que calma y da paz; como si en la gestualidad ensayada estuviera una clave para entender el misterio. Me fascina lo teatral.
- Recuerdo que con La llamada hubo quien les acus de prcticamente miembros del Opus Dei. Trataban a la religin catlica con una amabilidad solo contemplada antes en el cine religioso de otras pocas…
- (Ambrossi). S, es curioso. En realidad, lo que hemos aprendido es a respetar las creencias de todos. Te das cuenta de que el que cree en la Virgen y en los extraterrestres en verdad se mueve por lo mismo. Es cierto eso de que si no ves el todo no ves nada.
(Calvo). Nosotros no tenemos hijos, que siempre te ayudan a tener claro por quien luchar. Eso te lleva a preguntar por el propsito de todo esto quiz un poco antes que los dems. Siento ese vaco, soy un ciudadano ms y por no tener, no tengo ni a quien cuidar. Y es inevitable pensar qu va a ser de ti. Soy consciente de que existe el misterio, tiene que haberlo porque no somos ms que tomos unidos por energa… En fin, he aprendido a no tener opinin y a tener curiosidad. Estoy harto de opiniones.
Queda claro.
Sea como sea, La Mesas vuelve a tomar referentes de la cultura popular en su da vilipendiados para ponerlos en valor, para amarlos incluso. En Paquita Salas fue Anna Allen, en Veneno fue La Veneno, y aqu son las integrantes del grupo musical religioso Flos Mariae, que en su da fueron objeto de escarnio. De hecho, razona Ambrossi, el impulso inicial estuvo ah. Quin sabe lo que se oculta detrs de las personas? Las vidas de los dems pueden esconder unos misterios inextricables. Ojo cuando sealas a otro, cuando te res de otro, porque detrs de ese chiste hay una vida humana.
Calvo asiente de nuevo e invita a pensar ms all, que es donde va la propia serie, mucho ms all. Siempre partimos de una idea que nos fascina, pero nunca dejamos que esa idea se apropie de todo. Detrs de la comedia siempre hay una tragedia. Y al revs. La Mesas en efecto crece y muta, y cada captulo se transciende a s mismo. Siempre igual y siempre diferente. El primero luce alma de thriller; el segundo se ofrece como una trama oculta que se desvela despacio ante los ojos del espectador; el tercero es puro misterio potico triste y en penumbra; el cuarto insiste en el lenguaje ms pop marca de la casa; el quinto es terror desnudo; el sexto, puro teatro, y el sptimo, todo lo puede y todo lo quiere hasta acabar en la misma India. Ver lo que sin ellos no habramos sido capaces de ver. A que van a ser directores de cine.
- Las parejas de trabajo se desgastan..
- (Ambrossi). No es nuestro caso en absoluto. Somos una pareja superestable y estoy locamente enamorado. Contamos con la ventaja de que fuimos los mejores amigos mucho tiempo antes de ser pareja. Nuestra relacin solo tiene 12 aos pero basada en una amistad mucho ms larga.
(Calvo). Lo importante es que hemos aprendido a respetarnos artsticamente y en todos los sentidos. Hemos aprendido a respetarnos y a saber en qu brilla cada uno.