Ante la difícil situación por la que atraviesa Cuba, el Consejo para la Transición Democrática llamó a las autoridades a asumir su responsabilidad y a la comunidad internacional a que ayude al pueblo cubano.
Manuel Cuesta Morúa, vicepresidente de esa organización, pidió al gobierno que realice cambios profundos que incluya a todos los actores cívicos y políticos con el propósito de recuperar a la nación de manera segura y controlada.
“Lo que estamos pidiendo es que ya, de una buena vez, haya una solución definitiva, a fondo, profunda, a los problemas que están surgiendo en Cuba, y que se acumulan, y eso pasa por una convocatoria a todos los actores implicados, involucrados e interesados en Cuba, interesados en soluciones más allá de fronteras políticas, fronteras ideológicas”, dijo el activista y académico.
La isla vive un colapso energético desde el viernes pasado, con interminables horas de apagón que tienen otras consecuencias negativas para la población, como la falta de alimentos, agua potable y gas licuado, entre otras necesidades básicas.
El gobierno ha decretado tres días sin actividades docentes ni administrativas en medio de esfuerzos para restablecer el servicio eléctrico, afectado por una infraestructura desgastada y la escasez de combustible, males de los que culpa al embargo económico estadounidense.
“Cuba sufre uno de los momentos más dramáticos, está desde hace tiempo sumido en una oscuridad circular debido a las erróneas políticas del Gobierno. Ahora, definitivamente, el país se ha apagado, real y metafóricamente”, señala el mensaje del el Consejo para la Transición Democrática en Cuba titulado “De la oscuridad a la luz”.
La organización convoca también a la comunidad internacional, y a los cubanos que, principalmente en los Estados Unidos, “cuentan con amplios recursos económicos y capacidad de influencia política”, para que ayuden dentro de “un proceso de la ley a la ley”, hacia el estado de derecho en Cuba, destaca el documento.
“Tiene que haber una voluntad política, y también una voluntad constitucional. Tiene que haber una serie de voluntades, que tienen que ser animadas, impulsadas para que este proceso se dé. Pero, por lo pronto, podemos buscar que, de manera independiente y autónoma, participen en el proceso otros actores que pueden influir, que pueden acopiar recursos y también acopiar esfuerzos, para que actores interesados también, y que con poder en los Estados Unidos, en Europa, en cualquier lugar del mundo, pues también, de alguna manera, impulsen este proceso”.
“Nuestra obligación con altura, madurez y responsabilidad, es la de evitar males mayores”, concluye el mensaje, firmado también por la activista Marthadela Tamayo.