Seis miembros de la asociación religiosa independiente Alianza Cristiana de Cuba (ACC) sostuvieron un encuentro con representantes de la delegación de la Unión Europea en la isla en el que plantearon las numerosas dificultades que enfrentan para ejercer la libertad de culto.
En la reunión, efectuada el pasado 25 de septiembre, los religiosos dieron a conocer a los representantes de la UE un grupo de demandas presentadas al régimen cubano, como el respeto a la libertad de culto y de creencias, según dio a conocer en un comunicado la organización internacional Solidaridad Cristiana Mundial (CSW, por sus siglas en inglés).
Entre los cubanos que participaron en el encuentro figura Maridilegnis Carballo, esposa del reverendo y preso político Lorenzo Rosales Fajardo, y Marta Perdomo, madre de los presos del 11J Jorge y Nadir Martín Perdomo, quien describió la difícil situación de los prisioneros políticos en la isla, entre los que se cuentan sus hijos, el reverendo Rosales y el líder yoruba Loreto Hernández.
Según el comunicado, Perdomo hizo énfasis en “las terribles condiciones existentes en las cárceles y la negativa de las autoridades a respetar los derechos religiosos de los presos políticos”, tal y como estipulan las Reglas Nelson Mandela (Reglas mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de los reclusos).
El acoso a los familiares de los presos políticos, manifestado en forma de “aislamiento social” fue descrito por CWS como una “estrategia” por parte del régimen, y se manifiesta en forma de amenazas, “con el cierre de sus lugares de culto si permiten la entrada de la Sra. Perdomo, cristiana baptista de toda la vida”, denunció la organización.
La vulnerabilidad de asociaciones religiosas a las que se les ha negado el derecho a registrarse legalmente fue otro de los aspectos represivos denunciados por la delegación cubana, así como las “multas numerosas y las amenazas de cárcel”.
La ACC en la actualidad cuenta con cerca de 8,000 miembros de la denominación “Cristianos protestantes”, que se han visto afectados negativamente por la escalada de represión del gobierno cubano contra los grupos religiosos y lugares de culto no registrados.
“Los pastores Mario Jorge Travieso Medina y Velmis Adriana Mariño González, matrimonio que dirige un ministerio cristiano al que el gobierno ha denegado el derecho a registrarse en la provincia de Las Tunas, compartieron su experiencia personal de acoso, amenazas y confiscación y destrucción arbitrarias de propiedades durante los últimos 20 años. Actualmente, la pastora Mariño González tiene prohibido salir de Cuba, mientras que a su marido le han dicho que puede irse, pero con la condición de no regresar”, cita el comunicado.
La Jefa de Incidencia Política de CSW, Anna Lee Stangl, elogió el gesto de la Unión Europea de abrir sus puertas a los líderes religiosos que viajaron desde toda la isla para presentar experiencias de graves violaciones a la libertad de religión o creencia.
Fue también una oportunidad de escuchar de primera mano los testimonios de Maridilegnis Carballo y Marta Perdomo, quienes han sido aisladas socialmente por el gobierno cubano, simplemente, porque se han atrevido a pedir la libertad de sus familiares encarcelados, dijo la representante de la organización cristiana.
“CSW se solidariza con estas líderes que siguen reclamando la libertad de religión o creencia para todos, incluso cuando ese reclamo las pone en el punto de mira del gobierno”, concluyó Stangl.