HOLGUÍN, Cuba. – “Quiero cobrar el dinero de mi jubilación, pero no están pagando porque no hay corriente”, comenta Eulalia Rodríguez, una mujer que llegó a las oficinas del Correo Central de la ciudad de Holguín en las primeras horas del día con la esperanza de cobrar su pensión tras una larga espera. El reloj marca la 1:37 de la tarde, y aún Rodríguez no ha recibido el dinero que le corresponde tras años de trabajo.
Como ella, decenas de personas de la tercera edad se encuentran en la misma situación. Los prolongados apagones junto al incumplimiento de la fecha de pago por falta de dinero han sido obstáculos en un proceso que, según los jubilados, refleja desorganización y una falta de previsión del Gobierno.
La falta de orden en la asignación de los turnos también deja a muchas personas fuera de la posibilidad de cobrar.
Elena Ramos, quien también lleva horas de pie, recuerda que no es la primera vez que enfrenta problemas para cobrar su pensión. “Primero no había dinero para pagar a los jubilados, y ahora es porque no hay corriente”, lamenta.
Ángela Fuentes, otra mujer que lleva varios días intentando cobrar su pensión, dice: “Vine porque no tengo ni un centavo, si no, no vengo”.
La desorganización es evidente, ya que se han repartido turnos desde hace tres días, y aun así no hay garantía de que los ancianos puedan cobrar su pensión. Para Fuentes, una posible solución sería que los empleados del Correo extendieran el horario de trabajo hasta que se restablezca el servicio eléctrico. “Pero ellos dicen que no”, lamenta.
“Esto es un abuso con los jubilados: no han pagado, primero porque no había dinero, y ahora porque no hay corriente”, afirma Alba Santana. Tras largos años de trabajo, la posibilidad de cobrar la pensión que tanto le costó obtener parece cada vez más lejana. “A nosotros, que trabajamos 25 y 30 años, no nos están regalando ese dinero, pero tenemos que esperar un milagro para cobrarlo”, dice.
La indignación se extiende entre la multitud: la jubilada Nilda Palacios ratifica que el problema se debe a la desorganización por parte de las personas encargadas. “Estamos pasando trabajo para cobrar la chequera, es un abuso”, señala. “Esto ha sucedido varias veces y siempre cometen los mismos errores, y nosotros somos los que pagamos las consecuencias”, denuncia.
Al coro de voces críticas se une Yolanda Rivero, quien lamenta el mal manejo del sistema de pagos. “Trabajamos 25 y 30 años para acumular ese dinero y ahora dicen que no hay dinero para pagarnos, que no hay corriente”.
El abandono de las personas de la tercera edad en Holguín, según Elsa Vargas, es una de las razones principales por las que los jóvenes optan por emigrar del país. “Trabajé 30 años y no veo los resultados, por eso la gente se está yendo del país”, dice.
Los ancianos no saben si podrán recibir el pago en algún momento del día. “Y ahora, con el problema de la corriente, no hay horario para el pago”, dice Elvira Herrera.
Un comentario irónico en la cola alude a lo absurdo de la situación. Santiago Herrera recuerda cómo un vecino se acercó y, al ver la multitud, le preguntó si estaban velando a alguien. Respondió con humor amargo: “No, mi hijo, esta no es la funeraria, esto es el Correo y estamos esperando que nos paguen la jubilación”.