El coordinador general de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), José Daniel Ferrer, envió una carta desde la prisión de Mar Verde, en Santiago de Cuba, donde se encuentra aislado e incomunicado desde hace casi dos años.
La carta, verificada por dos de sus hermanos, señala las pésimas condiciones en que sobrevive él y otros reclusos del centro penitenciario.
Denunció la proliferación de enfermedades como escabiosis, desnutrición; así como brotes de chinches y mala calidad del agua de tomar.
Sobre su aislamiento detalló que se encuentra en una celda con cámaras de vigilancia y escuchas.
“Llevo más de un año y seis meses sin visitas familiares y sin comunicación telefónica. La dictadura me ha sepultado vivo, quieren silenciarme a toda costa, por eso no escuchan mi voz, por eso no reciben mis opiniones, mis razones, mis denuncias sobre lo que ocurre en este infierno”, agregó.
Además, señaló que no puede ayudar a otros presos más necesitados, pues no se le permite el contacto con ellos.
Mencionó los casos de los presos políticos Aníbal Ribeaux e Ian Games, que “sobreviven en condiciones muy difíciles en esta prisión. Ellos necesitan de un poco más de solidaridad y apoyo material para alimentos, medicinas y productos para la higiene personal”.
Ferrer añadió que “la lucha, por muy justa que sea, por muy legítima que resulte, sin hermandad, sin solidaridad verdadera y efectiva está condenada al fracaso”.
El líder opositor se solidarizó además con los pueblos de Ucrania, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Birmania, Rusia y Bielorrusia.
Recientemente Nelva Ismaray Ortega, esposa de José Daniel Ferrer, confirmó que el pasado 7 de septiembre, el régimen permitió el encuentro del opositor con monseñor Dionisio García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba.
La asistencia religiosa se llevó a cabo antes del día de la Caridad del Cobre y tuvo una duración de aproximadamente dos horas. Mons. García Ibáñez estuvo acompañado por el padre Camilo de la Paz, encargado de la Pastoral Penitenciaria, según confirmó la esposa de Ferrer.