A medida que el ciclón Rafael se aproxima a Cuba, miles de cubanos se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad debido a la falta de recursos necesarios para afrontar la tormenta.
A esto se suma la preocupación por no saber si sus viviendas soportarán los embates del ciclón; la desesperación al ver el desabastecimiento en sus despensas; y impotencia ante la carencia de combustibles para cocinar, en caso de tener que enfrentar varios días de apagón.
Las dificultades económicas y la falta de suministros básicos han dejado a una gran parte de la población sin los medios para aplicar las medidas mínimas de protección recomendadas en casos de huracán.
Rafael se acerca: Preparativos limitados por la falta de recursos
El ciclón Rafael amenaza con vientos intensos y lluvias torrenciales, podría ocasionar graves daños en un país donde la infraestructura y las condiciones de vida de muchos hogares ya están al límite.
La situación económica actual impide a muchas familias prepararse adecuadamente para la tormenta y pone en evidencia serios problemas estructurales en Cuba.
Medidas esenciales que muchos cubanos no podrán cumplir:
- Almacenar alimentos no perecederos: La escasez de productos básicos como pan, galletas, embutidos y enlatados, sumado a los altos costos de los pocos productos que se venden en el país, hace imposible que muchas familias se abastezcan para los días críticos que están por llegar.
- Guardar combustible: La falta de gas licuado y de carbón para cocinar es otro grave problema, limitando la posibilidad de preparar los pocos alimentos que puedan tener en los hogares. Además, en estos días los dueños de vehículos pagan a altos precios la gasolina o el petróleo indispensable para trasladarse en casos de urgencias.
- Recolectar agua potable: En muchos hogares el acceso a agua potable es muy limitado, y las infraestructuras para almacenar agua son escasas. A esto se suman problemas en el sistema de acueducto, que ya de por sí enfrenta limitaciones y que podría verse afectado con el paso del ciclón.
- Reforzar las viviendas: La mayoría de las viviendas no han recibido mantenimiento en décadas y muchas presentan un estado de deterioro avanzado. Estas edificaciones vulnerables, sin remodelaciones ni reparaciones adecuadas, son extremadamente frágiles ante el impacto de un ciclón, dejando a numerosas familias en riesgo de perder su hogar.
- Organizar un plan de evacuación: La escasez de combustible afecta gravemente la posibilidad de evacuarse a tiempo hacia zonas seguras. Sin transporte público suficiente ni recursos propios, muchas familias dependen de la “gestión del gobierno” que puede llegar a ser nula; de la ayuda de conocidos o de la suerte para encontrar una forma de traslado de sus pertenencias.
El mayor riesgo en este ciclón está en las inundaciones. En el país hay serios problemas en el sistema de acueducto y alcantarillado. Esto, unido a los metros cúbicos de basura que hay en las calles, podría colapsar el sistema de drenaje y agravar las inundaciones.
Millones de cubanos viven rodeados de basura, un problema de larga data que implica riesgos serios de contaminación y propagación de enfermedades debido al arrastre de desechos por las lluvias.
A pesar de los llamados de las autoridades a mantenerse informados y a seguir las indicaciones de la Defensa Civil, la realidad es que la falta de recursos básicos hace inviable cumplir con las recomendaciones en gran parte del país.
En este contexto, la solidaridad y el apoyo mutuo entre familiares y amigos se perfilan como las únicas estrategias de supervivencia para muchos cubanos ante la amenaza inminente del ciclón Rafael.