El opositor y expreso político cubano Daniel Santovenia Fernández falleció a los 69 años en la provincia de Matanzas, víctima de un paro cardiorrespiratorio.
Santovenia, uno de los cubanos que más tiempo pasó en la cárcel por motivos políticos, estuvo 27 años de su vida en prisión por participar en una infiltración armada desde Estados Unidos en 1991.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos lamentó su muerte y recordó que profundamente la partida del opositor y dijo que su compañero de cautiverio Pedro de la Caridad Álvarez Pedroso y Leticia Ramos Herrería “le acompañaron en su día a día y acompañan hoy sus exequias”.
Santovenia fue ingresado en el hospital “Julio Aristegui Villamil” de Cárdenas debido a complicaciones respiratorias. A pesar de los esfuerzos médicos, su lucha llegó a su fin, informó el portal de noticias Cubanet.
Ramos Herrería, cercana colaboradora y activista de los Derechos Humanos, resaltó la valentía y el compromiso de Santovenia con la causa por la libertad de Cuba.
“Es muy duro, yo estaba a cargo de él desde que salió de prisión, es muy duro y más por conocerlo bien y ver tanto que sufrió y que nunca se arrepintió de haber estado preso porque decía que era su aporte a la libertad de Cuba”, expresó.
Durante su larga estancia en prisión, Santovenia enfrentó condiciones inhumanas, incluyendo torturas y negligencia médica, según relatos propios y testimonios de quienes compartieron su cautiverio.
En una entrevista concedida a CubaNet en 2020, el exprisionero dijo que entre las formas de tortura estaba la mala alimentación, la cual incluía en el desayuno un pan y agua con azúcar; el arroz a veces tenía gusanos y los chícharos o la harina llegaban con gorgojos: “Había que comérselo porque no había más nada”, relató.
El opositor estuvo preso en la cárcel de Agüica cuando fue liberado el 8 de octubre de 2018.
Santovenia fue detenido el 29 de diciembre de 1991 junto a Pedro Álvarez Pedroso y Eduardo Díaz Betancourt, y enfrentó una condena original de 30 años de cárcel. El grupo fue interceptado por militares cubanos apenas desembarcó en las costas de Cárdenas, Matanzas.
“Vine a Cuba a luchar por la libertad de mi país, para darle una patria libre a mis hijos”, dijo Santovenia a Radio Martí en esa ocasión desde la localidad matancera de Colón, después de su salida de la prisión de Agüica, en esa provincia.
Según un trabajo del escritor cubano Ángel Santiesteban, el grupo de Santovenia fue reclutado por el Partido Unidad Nacional Democrática, dirigido entonces por Sergio González, para crear guerrillas y sabotear industrias en la Isla.
Estos opositores formarían frente de lucha contra la dictadura, la que suponían estaba ya en sus últimos momentos después de la caída del campo socialista.
El padre de Santovenia pasó dos años en una prisión cubana a principios de la década de 1960 por participar en la invasión de Bahía de Cochinos.