Las autoridades de Inmigración de EE. UU. liberaron a varios de los 43 balseros cubanos que desembarcaron el pasado 17 de septiembre en Cayo Marathon, Florida.
Entre los migrantes, había familias con niños, incluyendo un bebé de 10 meses, y muchas fueron liberadas con grilletes electrónicos y un formulario I-220A, que les permite permanecer temporalmente en el país, confirmó Martí Noticias.
El grupo había salido de Cuba en un barco de pesca que partió de Cojímar y llegó a Sombrero Beach, en Cayo Marathon.
La pareja con el bebé afirmó que decidieron arriesgarse en la travesía por la grave crisis en la isla, marcada por la escasez de productos y los constantes apagones.
“Amamos a Cuba, pero no hay oportunidades. Si protesto, voy preso”, explicó el padre del menor.
Dijo que inicialmente intentaron salir por Nicaragua, pero la cancelación de su vuelo los llevó a arriesgarse en una travesía por mar.
Según el abogado de inmigración Willy Allen, muchos migrantes que llegan por vía marítima son procesados y liberados bajo ciertas condiciones, mientras que otros son deportados.
La Organización Internacional para las Migraciones ha reportado al menos 142 migrantes desaparecidos o fallecidos en el área del Estrecho de Florida en lo que va del año, de los cuales al menos 30 eran cubanos.
En respuesta al aumento de actividades migratorias, el Departamento de Seguridad Nacional ha implementado nuevas medidas de vigilancia en el sur de Florida, incluyendo el uso del aerostato “Argos 2”.
Cuba enfrenta una ola migratoria sin precedentes, con 208,308 cubanos llegando a EE. UU. en el actual año fiscal, según datos de CBP.
Miles de cubanos han sido liberados con documento I-220A, y se encuentran en un limbo legal debido a que esta forma no les permite acogerse a la Ley de Ajuste Cubano.