Foto: Cuba Music
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Nadie. Esa es la respuesta a “¿quién no bailó con ‘Pitchea’?”. Y es que aún hoy siguen sonando en nuestros recuerdos los primeros acordes de aquella pegajosa canción de Eminencia Clásica.
La banda fue creada en 2002, producto de la amistad entre sus integrantes y las coincidencias de su creador Yami Manzano (Yamichel Zuaznábar) y sus vecinos Franky Rey y Bladimir Cabrera, a quien luego se les unió Yoanis “El Oso” Santa Cruz.
Hace tres años, Manzano comentó en una entrevista cómo canalizó su intranquilidad a través de la música, primero en la Escuela Vocacional de Arte Alfonso Pérez Isaac, de Matanzas, y después en la de Cienfuegos, Benny Moré.
Fue en este territorio donde todo comenzó junto a sus compañeros porque les gustaba bailar, sobre todo, break dance. “Salíamos a las discotecas a retarnos, todo eso antes de Eminencia. No obstante, el baile fue lo que nos unió a todos nosotros”, dijo el exdirector de la banda.
Viendo a Orishas en el programa televisivo Lucas empezó a darle vueltas a Yami en la cabeza la idea de crear algo propio: “Vamos a hacer un grupo y vamos a estar en esos premios como invitados; vamos a viajar el mundo entero”, fueron sus palabras en ese entonces y a partir de ahí comenzó todo.
El nombre del grupo fue otro capricho del azar. Manzano ha contado que abrió un diccionario en una página aleatoria y puso el dedo sobre la palabra “eminente”, una referencia al respeto y la diferencia que quería marcar con su nuevo proyecto, a la que le unió el “clásica” por sus ganas de hacer canciones que no pasaran de moda nunca.
En 2005 salió “Pitchea”, pero durante esos tres años todo fue transcurriendo de manera empírica a través de un representante que les buscaba lugares donde presentarse cobrando 250 pesos cubanos por espectáculo. Esa fue la estrategia seguida que, si bien no los haría ganar dinero, al menos los llevaría a ponerse cara a cara con el público.
Con el tiempo fueron invitados a abrir un concierto de Arte Mixto, una orquesta tradicional cienfueguera, en el Parque Lenin de La Habana y allí fueron vistos por el director de videoclips Bilko Cuervo, quien les ofreció hacer un audiovisual.
Por supuesto, la opción era “Pitchea” aunque el propio Yami dijo que prefería “Vengo Mandá’o”, el tema que nombraría su primer álbum, pero Cuervo los convenció de que fuera “Pitchea” y les dijo además que les costaría 4000 pesos cubanos el video.
Con un presupuesto casi en cero, pero con muchas ganas regresaron a Cienfuegos para tocar en cuanto lugar pudieran para reunir el dinero. Analizaron el mercado, estudiaron a artistas internacionales como Michael Jackson y Beyoncé, reunieron y llamaron a Bilko Cuervo.
“Pitchea” fue un bombazo y aunque la música urbana no era la mejor vista por aquellos tiempos en los medios de la isla, la popularidad que alcanzaron hizo que el cantante Paulo FG los convocara para grabar “El punto” y “Verano pa’ mi gente”.
Al parecer con Paulo FG las cosas no salieron como esperaban y según ha dicho el mismo Manzano la polémica surge a partir de “Te boté”, una colaboración con Roldán, de Orishas, en la cual no recibió ningún crédito.
El portal Cubalite compartió una declaración de Manzano donde afirma que “Paulo fue una escuela y es un súper músico, pero yo creo que podía habernos dado el protagonismo que nos merecíamos…Pienso que poco a poco nos fue apagando. Nos llegaban propuestas para viajar y él me decía que éramos muchos o que, si no iba él, no iríamos nosotros”.
Con el tiempo, la banda se dio cuenta que la fusión era la manera de encajar en las listas de éxitos y de no encasillarse en el reguetón puro. Así fueron mezclando otros ritmos como merengue, salsa, R&B y soul.
No obstante, esto no fue suficiente para mantenerse en la cima de la preferencia del género urbano en Cuba, además del surgimiento de otras figuras y la mala gestión del grupo. A pesar de ello, lograron un contrato en Kazajstán, pero a los seis meses de estar allá decidieron romper el vínculo y regresar en 2010 con el disco ‘Metro 88’ y muchas ganas de seguir trabajando.
Ya en Cuba, se armaron una especie de gira europea, para la cual recurrieron a la ayuda de algunos amigos extranjeros y algo que tenían ahorrado para viajar al Viejo Continente, a donde llegaron sin trabajo pero con las mismas ganas de echar pa´lante.
Una vez en Europa, recorriendo ciudades de Italia y Dinamarca hasta que fueron contactados nuevamente por los kazajos, firmaron un contrato bajo sus propios términos y comenzaron un gran tour por esa nación.
En medio de ese recorrido, en 2012, la banda vivió una gran tragedia que irremediablemente llevó a la ruptura total del grupo. Fue en Rusia, durante un concierto, cuando Bladimir colapsó durante un concierto y tuvo que ser hospitalizado.
“Nos dijeron que todo estaba bien, que él iba al hospital un momento y que nosotros tratáramos de terminar el concierto”, dijo Franky Rey durante una entrevista en el canal de YouTube Familia Cubana TV.
Bladimir falleció por una pancreatitis aguda que padecía, lo que representó un duro golpe para la banda. “Yo sé que eso me cambió la vida. Después de aquello perdí el deseo de todo. Seguimos trabajando porque teníamos un contrato de dos años y Bladi murió en el primer concierto del ciclo”, contó por su parte Manzano.
Terminada la gira, Franky se quedó en Kazajstán y Yami Manzano se fue a vivir a Estados Unidos. El Oso, por su parte, se instaló en Kirguistán. Así se cerró un ciclo para Eminencia Clásica, un ciclo que marcó una etapa en la música de la isla y que hoy sus tres integrantes mantienen vivo, al menos, en el recuerdo y la distancia.