Estados Unidos presentó este lunes nuevas regulaciones para proteger los datos personales de sus ciudadanos y la información del gobierno federal, con el objetivo de evitar que caigan en manos de regímenes como los de Cuba, Venezuela, China, Irán, Rusia y Corea del Norte.
Estas disposiciones, impulsadas por el Departamento de Justicia y presentadas desde el pasado mes de marzo, surgen en respuesta a la creciente amenaza de ciberataques, espionaje y chantaje por parte de estas naciones, según la agencia EFE.
La orden ejecutiva se basa en la preocupación de los servicios de inteligencia estadounidenses de que países adversarios estén tratando los datos personales de ciudadanos estadounidenses como un valioso “recurso estratégico”, accediendo a ellos de manera creciente mediante terceros.
La iniciativa del presidente Joe Biden busca proteger información sensible como datos financieros, geolocalización, identificadores biométricos y otros detalles personales que podrían ser utilizados con fines maliciosos.
De esta manera, las transacciones de datos con intermediarios que puedan transferir dicha información a “países de interés” estarán prohibidas, al igual que el intercambio de datos relacionados con empleados del gobierno estadounidense, expuso el Departamento de Justicia en su web y advirtió que se implementarán sanciones penales y civiles para hacer cumplir estas nuevas regulaciones.
Asimismo, especificó que se restringirá la transferencia de grandes volúmenes de datos sensibles, incluyendo información genómica de más de 100 personas o datos de salud y financieros de más de 10,000 individuos en un período de 12 meses, además de la geolocalización precisa de más de 1,000 dispositivos.
Estas medidas buscan fortalecer la ciberseguridad nacional y garantizar una mayor protección de la privacidad de los ciudadanos, además de promover una internet segura y globalmente interoperable, en línea con los principios de derechos humanos y el libre comercio internacional.