La vida cotidiana de los cubanos se caracteriza por el desafío de conseguir los bienes básicos para subsistir en una isla en crisis. Mientras los dirigentes de Cuba apelan a la resistencia, los habitantes se cansan y pierden las esperanzas respecto a la solución de sus dificultades. La falta de alimentos, productos y servicios obliga a los cubanos a hacer largas colas día tras día.