Cifra de fallecidos por el huracán Helene asciende a más de 40 en EE.UU.



El huracán Helene, que tocó tierra como un huracán de categoría 4 con vientos sostenidos de hasta 140 mph (225 kph), ha dejado al menos 40 muertos a su paso por Florida y el sureste de Estados Unidos (EE.UU.).

El fenómeno desató fuertes lluvias y vientos que destrozaron hogares y árboles, forzando a los equipos de rescate a llevar a cabo misiones desesperadas para salvar a quienes quedaron atrapados en las inundaciones.

El gobernador de Georgia, Brian Kemp, informó que aún hay decenas de personas atrapadas en edificios dañados.

La tormenta impactó en una región poco poblada del Big Bend de Florida, conocida por sus pueblos pesqueros y zonas vacacionales.

Sin embargo, el daño se extendió cientos de millas al norte, alcanzando hasta el noreste de Tennessee, donde 54 personas fueron evacuadas al techo del Hospital del Condado de Unicoi debido a las rápidas inundaciones que amenazaban con dejar bajo agua el edificio, según Ballad Health.

Hombre y su perro rescatados por Guardia Costera estadounidense durante paso de Helene

En Carolina del Norte, un lago utilizado en la película “Dirty Dancing” sobrepasó su represa, llevando a evacuaciones en áreas cercanas.

Asimismo, múltiples hospitales en el sur de Georgia quedaron sin energía, dificultando el acceso a los servicios de emergencia.

El sheriff del condado de Pinellas, Bob Gualtieri, indicó que todas las víctimas en su condado se encontraban en vecindarios que habían sido evacuados. Muchos decidieron no abandonar sus hogares, enfrentándose a situaciones críticas al verse obligados a refugiarse en sus áticos para escapar de las aguas crecientes, explicó.

Presidentes y autoridades locales han expresado su apoyo a los sobrevivientes.

El presidente Joe Biden envió sus oraciones mientras la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) desplegó más de 1,500 trabajadores para ayudar en las labores de rescate, que ya habían superado las 400 intervenciones a primera hora de la mañana.

Con casi 4 millones de hogares y negocios sin electricidad en Florida, Georgia y Carolina del Sur, las condiciones continúan siendo peligrosas, y las autoridades advierten sobre la posibilidad de cables eléctricos en el agua y otros peligros.

Se teme que el número de fallecidos siga aumentando a medida que los equipos de rescate revisan las áreas inundadas.



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