Ataque ruso mata a por lo menos 50 personas en pueblo de Ucrania


En Ucrania se perdió una voz que durante los últimos años supo informar al mundo lo que acontecía en ese país. Inna Kuznetsova falleció a los 61 años en Vilna, capital de Lituania, víctima de una penosa enfermedad.

Ella dirigió la oficina de Radio Svoboda (Libertad) en Kyiv en calidad de editora en jefe, como se expuso en la publicación de ese medio. Supervisaba el trabajo de la oficina durante los difíciles y decisivos momentos del Euromaidan o Revolución de la Dignidad, entre noviembre del 2013 y febrero del 2014 y desde el comienzo de la agresión rusa en febrero del 2022.

La conocí en su oficina del servicio ucraniano Radio Libertad en Kyiv, durante la última semana de febrero del 2014, la más intensa del Euromaidan. Tenían los periodistas una posición privilegiada, a unos escasos 5 minutos de la tarima que habían colocado en medio de la Avenida Jreshchatyk en la Plaza de la Independencia. Estaban ellos en la ubicación perfecta, para ser protagonistas y testigos de la historia. Ella reconocía ese privilegio y le sacaba buen provecho.

Inna, con las ventanas abiertas, y siempre con flores en el alfeizar de la ventana, podía escuchar el discurso del momento

La oficina donde laboraba Irina estaba en uno de aquellos impresionantes edificios de la céntrica calle de la capital, a pocos metros de la Plaza central de la ciudad, desde donde se hablaba a los manifestantes. Inna, con las ventanas abiertas, y siempre con flores en el alfeizar de la ventana, podía escuchar el discurso del momento, la arenga a la acción, la canción de turno o el pase de lista de los caídos, que salían de los micrófonos en la plaza.

Siempre que se dirigía a los colegas lo hacía sonriendo. ya fuera indagando por una nota aún por publicar, por el reportaje que saldría en breve al aire, o por una persona que había desaparecido y se necesitaba localizar. Aquella semana, cada vez que hablamos, en su voz se notaba esperanza y alegría, como presagiando que los meses de intenso trabajo tendrían un pronto final feliz.

Según la información que brindó Radio Europa Libre/Radio Libertad, ella nació en Kyiv el 30 de marzo de 1963 y estudió Periodismo en la Universidad Nacional Taras Shevchenko.

El presidente en funciones de RFE/RL, Geoffrey Gedmin, en su información a la prensa declaró que estaba profundamente entristecido por la muerte de Inna Kuznetsova y que ella “será recordada por su liderazgo, que quedó demostrado de muchas maneras: en sus reportajes premiados, su compromiso con los medios responsables e independientes en su amada patria, y su atención genuina y tutoría continua hacia sus colegas y personal subalterno. Todos en Radio Libertad extrañaremos a Inna. Ella es irremplazable.” La redacción de Radio Libertad expresó su más sentido pésame a la familia de Inna Kuznetsova.

Durante aquellas jornadas del Euromaidan, el grupo que dirigía Inna comenzó a diseminar la información de una forma no tradicional. A las transmisiones radiales, los reportajes para radio y televisión empezaron a trasmitir en Facebook, Twitter y en la variante rusa de Facebook, ВКонтакте (EnContacto), Google+ (que se había estrenado en el 2011 y terminó sus operaciones en el 2019) y en Odnoklassniki (compañeros de clases), una red social creada en Rusia, muy popular entre los que fueron ciudadanos de la URSS.

Inna fue pionera en integrar en vivo las transmisiones por las redes sociales

Inna fue pionera en integrar en vivo las transmisiones por las redes sociales de lo que acontecía en el Maidan, la lucha de los manifestantes contra la policía especial (Berkut), el enfrentamiento, lo mismo en la Grushevskogo o Institustka. Eran imágenes en bruto, sin comentarios, directo, en vivo y con el sonido natural de lo que acontecía. Nada de editor o redactor. Era como estar allí, pero a través del teléfono celular. Ella fue artífice del cambio en la misma naturaleza de las publicaciones de Radio Libertad en aquellos días.

El número de visitas en la página digital se disparó a cifras impresionantes, y lo mismo en las redes sociales. Fue iniciativa de ella, tomando la responsabilidad.

Su vida estuvo matizada por el cambio dentro del periodismo ucraniano por una transparencia y objetividad que se hacía imprescindible. A principios de la década de 2000, estuvo entre los creadores de la primera estación de radio no estatal, Era FM. Cuando el proyecto salió al aire era Kuznetsova su primera editora en jefe.

Durante la Revolución Naranja, esa emisora era casi el único medio de comunicación con el que los ucranianos recibían información objetiva las 24 horas del día. Ese maratón de transmisión en vivo de “Radio Era”, que duró varios meses, las 24 horas del día, comenzó con la decisión de Kuznetsova de interrumpir el programa temático y entrar al estudio para comunicarse con los oyentes que continuamente llamaban al aire. En aquel momento, la radio tenía una audiencia de unos 5 millones de oyentes. Esa experiencia le sirvió durante el Euromaidan para repetir la iniciativa e innovar.

En enero de 2009 es designada redactora jefe de la oficina de Radio Libertad en la capital ucraniana y al tiempo que conducía los programas “Tu Libertad” y “Entrevista del Sábado”.

El miércoles 19 de febrero del 2014, las visitas al sitio digital del servicio ucraniano fueron de un millón 541 mil 681, me decía Inna con alegría y orgullo profesional. Supo ella desde un inicio que transmitir en vivo desde la plaza llevaría un mensaje más genuino, directo y al mismo tiempo se entendería mejor en todo el mundo. Antes de que estallaran en noviembre del 2013 las protestas, las visitas al sitio digital rondaban las 30 mil diarias. “Radio Libertad ha venido enseñando estos años qué tipo de periodismo se debe hacer”, afirmaba con orgullo.

Uno de sus colegas, Vitalii Portnikov, quien laboraba con Inna en Radio Libertad dijo a ese medio estar asombrado “de cómo Inna organizó el trabajo de la oficina de Kyiv durante los días del Maidán de 2013-2014, cuando la gente estaba increíblemente ávida de información honesta y el Gobierno de turno hacía todo lo posible para que hubiera la menor información posible”.

Eran días de tensión, pero ella emanaba actividad y serenidad, revisaba los reportajes que saldrían al aire, quienes estarían de invitados en los programas, donde estaban los reporteros y camarógrafos. Dos de ellos, Igor Iskhakov, camarógrafo y Dimitri Barkar, reportero de la oficina, habían sido golpeados por la policía en enero de ese año.

Entre las innovaciones de Inna estuvo el desarrollo de mecanismos de comunicación individual, el uso de mensajes de texto para coordinar las actividades, creando contraseñas para atravesar determinada zona y velar por la seguridad de los informadores.

Durante las conversaciones sostenidas en su oficina con orgullo hablaba de la primera entrevista a Ruslana, la cantante ucraniana, premio Eurovisión en el 2004, que estuvo en numerosas ocasiones en la Plaza. Lo mismo cantaba el himno nacional, la canción premiada en Eurovisión en el 2004, que arengaba a las barricadas. Ruslana fue de las primeras que en noviembre del 2013 pidió a los ucranianos unirse en un solo lema: “Queremos estar en Europa”. Y de la integración se pasó a exigir la renuncia de Yanukovich. El 27 de noviembre, durante la intervención en la plaza, Ruslana, que era entrevistada por Radio Libertad, mostró a los miles de asistentes la cámara que le entrevistaba y transmitía en directo a través de Internet. Lo que ocurrió en Kyiv (desde noviembre 2013 a febrero 2014) nos unió a todos, tanto dentro del país, como en el extranjero, dijo Inna con orgullo.

Como fruto de aquel intenso trabajo y su liderazgo. el buró en Kyiv del servicio ucraniano recibió el Premio David Burke a la Excelencia Periodística por la cobertura de la crisis política en Ucrania a finales de 2013 y principios de 2014.



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