(CNN) – Descrito como “repugnante” y en condiciones “espantosas”, el centro de detención al que el magnate de la música Sean “Diddy” Combs llama ahora su hogar está muy lejos de las mansiones de Miami y Los Ángeles en las que solía vivir.
“Cuando se despierta, ve las paredes de tabique pintadas de blanco, en lugar de la decoración de sus mansiones”, declaró el miércoles a CNN Michael Cohen, exabogado del presidente Donald Trump.
Cohen lo sabe de sobra. Es uno de los muchos reclusos de alto nivel que han cumplido condena en el tristemente célebre Centro de Detención Metropolitano de Nueva York. Por este centro han pasado el cantante R. Kelly, el “Pharma Bro” Martin Shkreli, la socialité Ghislaine Maxwell, el otrora niño prodigio de las criptomonedas Sam Bankman-Fried y el rapero Fetty Wap. En estos momentos, el presunto líder del cártel, Ismael “El Mayo” Zambada García, está recluido allí a la espera de juicio por cargos de asesinato y tráfico de drogas.
El miércoles, un juez federal denegó la libertad bajo fianza de Combs afirmando que la propuesta de fianza presentada por sus abogados defensores era “insuficiente” para abordar las preocupaciones del tribunal. El juez Andrew Carter dijo que no había “ninguna condición o condiciones” que redujeran el riesgo de manipulación u obstrucción de testigos en el caso de Combs. Por ello, el artista permanecerá bajo custodia federal hasta que se celebre el juicio por los cargos de asociación delictiva y tráfico sexual. Combs se declaró inocente de los cargos.
Aún no se ha fijado la fecha del juicio del artista de hip-hop de 54 años, por lo que se desconoce cuánto tiempo permanecerá en la prisión de Brooklyn, pero tras la audiencia del miércoles en la que se le denegó la libertad bajo fianza, su abogado declaró que apelarán la decisión.
Famosa por las malas condiciones de vida, la escasez de personal, la violencia entre reclusos y los cortes de electricidad, la prisión de Brooklyn es actualmente el único centro penitenciario federal que presta servicio en la ciudad más grande del país. Esto después de que la Oficina Federal de Prisiones cerrara su complejo de Manhattan poco después de que Jeffrey Epstein, financiero multimillonario y acusado de tráfico sexual, muriera por suicidio en 2019.
A la pregunta sobre las condiciones actuales del MDC, un portavoz de la Oficina Federal de Prisiones dijo que la agencia “se toma en serio nuestro deber de proteger a las personas confiadas a nuestra custodia” y que, por ello, “revisan los protocolos de seguridad e implementan medidas correctivas cuando se identifican como necesarias”.
La Oficina de Prisiones nombró un Equipo de Acción Urgente a principios de este año “para examinar de forma holística los problemas del MDC de Brooklyn”, dijo el portavoz Emery Nelson en un correo electrónico.
“El trabajo del equipo está en curso, pero ya ha aumentado la dotación de personal permanente en la institución (incluidos los agentes y el personal médico), ha abordado más de 700 solicitudes de mantenimiento atrasadas y ha aplicado un enfoque continuado a las cuestiones planteadas en dos decisiones judiciales recientes”, dijo Nelson.
“Es un lugar muy difícil para ser recluso”, argumentó el miércoles ante el tribunal el abogado de Combs, Marc Agnifilo, diciendo al juez que a su cliente le resultaría difícil prepararse para el juicio si permanece allí.
El Centro Metropolitano de Detención, construido en la década de 1990 para hacer frente al hacinamiento en las prisiones de Nueva York, alberga a reclusos que esperan juicio en los tribunales federales de Brooklyn y Manhattan.
“Se despierta en una cama de acero con un colchón de una pulgada y media, sin almohada, en una celda de dos por tres metros que puedo asegurar que es repugnante”, declaró Cohen a CNN el miércoles. Cohen, que estuvo encarcelado en la prisión en 2020, dijo que los presos de la Unidad de Alojamiento Especial del centro, donde se encuentra recluido Combs, tienen básicamente un espacio de 1 por 1,5 metros en el que moverse.
“No hay libros en la primera parte, así que ahora mismo está lidiando con muchas cosas”, dijo Cohen sobre lo que cabe esperar en los primeros días de Combs en el centro.
En junio, un recluso en espera de juicio por cargos de posesión de armas, Uriel Whyte, fue apuñalado hasta la muerte por otro recluso, según un comunicado de prensa de la Oficina de Prisiones. Un mes después, el recluso Edwin Cordero murió en una pelea que estalló en el interior de la prisión. El abogado de Cordero declaró a The New York Times que su cliente era “otra víctima del MDC de Brooklyn, una cárcel federal sobrepoblada, sin personal suficiente y descuidada que es el infierno en la tierra”.
En enero de 2019, un prolongado corte de electricidad sumió al centro penitenciario en una crisis, dejando a los reclusos en una oscuridad casi total durante una semana, y exponiéndolos a las temperaturas gélidas que azotaron el noreste del país. El incidente dio lugar a una investigación del Departamento de Justicia en la que se evaluaba si la Oficina de Prisiones tenía “planes de contingencia adecuados” para hacer frente a las condiciones de vida de los reclusos. Según una demanda interpuesta en nombre de los presos, se les confinó en sus celdas durante días enteros y se les obligó a soportar inodoros que no funcionaban dentro de las celdas y otras condiciones insalubres.
La Oficina de Prisiones llegó a un acuerdo en esa demanda el verano pasado, indemnizando a 1.600 reclusos con un total aproximado de US$ 10 millones por soportar condiciones heladas e inhumanas como consecuencia del apagón.