El músico Amaury Pérez Vidal, aliado del régimen cubano e íntimo amigo del gobernante Miguel Díaz-Canel, emitió un pequeño comunicado en sus redes sociales, desde donde explica por qué pospone una presentación de discos.
Según Amaury para el próximo jueves 26 de septiembre tenían “pensada” la presentación de tres discos que grabó con el Museo de la Música.
Sin embargo, luego de “una reunión con todos los implicados en la organización del evento (en medio de un desesperante apagón) decidimos posponer indefinidamente la presentación”, adelantó el también conductor de programas.
La justificación para la posposición es que les “pareció cuando menos imprudente, en medio de la difícil situación que atraviesa la nación, festejar algo tan poco significativo como el lanzamiento de unos fonogramas”.
El cantautor adelantó que lo intentarán en otro momento, “cuando la situación del país mejore”. Por otra parte, calificó su decisión como una “cuestión de civismo y sentido común”.
La publicación realizada en Facebook, en su perfil “La Página de Amaury Pérez”, muestra opiniones diversas, entre aquellas que apoyan la idea y otros que se muestran poco esperanzados sobre la mejora en la situación en la isla, por lo que ven difícil que esta presentación se logre realizar “en algún otro momento”, como plantea el protagonista.
“Buen día para ti. ¿Y hay esperanza que la situación del país mejore? No me parece”, comentó una internauta.
“Querido Amaury, no soy pesimista, pero eternamente realista. La situación de Cuba no tiene esperanza y esta, como sabes, está en Dios. Posponer tu arte por un digamos sentido común, te admiro y respeto su decisión, pero a este pueblo le hace mucha falta el arte y sobre todo el amor a Dios, porque los apagones no se detendrán, ni mucho menos desaparecerán”, escribió otra usuaria.
“No creo que debas hacer eso, pues la música nos transporta y despeja, pero bueno las decisiones se toman y es por algo. ¡Está incertidumbre!”, planteó otra usuaria.
Cuba atraviesa un momento en que la falta de combustible y de generación eléctrica, sumada a la escasez de alimentos y el deterioro de los servicios, mantienen al pueblo en la peor crisis de su historia.
Pese a ello, sus dirigentes insisten en que se buscan soluciones para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, basados en la supuesta “unidad” del pueblo.